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viernes, 19 de mayo de 2006

Nueva Configuración Para el Cohete Lunar

La NASA ha cambiado de opinión y el futuro vehículo de lanzamiento de carga que se utilizará para el regreso a la Luna, no empleará los actuales motores SSME de la lanzadera espacial. Este cohete pesado usará en su lugar, en su primera etapa, el motor RS-68, más potente y barato. La decisión obligará a aumentar un poco el diámetro del tanque, ya que se necesitará más combustible para alimentar a los cinco RS-68 previstos. Dicho motor es actualmente el más potente en la categoría criogénica (oxígeno e hidrógeno líquidos). Será modificado y su coste será de 20 millones de dólares por unidad. Lo fabrica Pratt & Whitney Rocketdyne y lo utiliza la primera etapa del cohete Delta-IV, por lo que ya está disponible. (Foto: NASA)

Vision for Space Exploration

7 comentarios:

JCasado dijo...

Más potente y barato... pero no reutilizable.

No pretendo pasarme de listo y criticar por criticar, es evidente que estas decisiones se toman por algo, muchos expertos en el tema habrán analizado las alternativas y elegido ésta como la mejor... dentro del contexto en el que tienen que trabajar. Y en ese contexto es muy importante el dinero. Parece paradójico que un motor desechable, de usar y tirar, pueda resultar más barato que uno reutilizable, pero parece que lamentablemente es así. El motor del Shuttle es tan complejo que sus costes de mantenimiento anulan la ventaja de su reutilización.

Pero me parece lamentable, y ya sé que siempre estoy con lo mismo: que el primer motor reutilizable de la historia tenga estos problemas, es hasta lógico. Lo triste es tirar la toalla y no luchar por intentar desarrollar otro motor reutilizable que sí consiga bajar los costes. ¿Difícil? Seguro. ¿Imposible? Casi nada lo es. ¿Caro? Ahí está el quid de la cuestión... la investigación cuesta dinero, aunque sea para ahorrarlo en el futuro. Y desgraciadamente, pocas veces se mira al largo plazo.

Manuel Montes dijo...

Yo creo que la NASA ha empezado a hacer números y ha visto que con el dinero que se le ha prometido para regresar a la Luna no va a haber suficiente. Y eso que a la larga, cualquier proyecto siempre cuesta más de lo que se preveía. El caso es que un ingenio reutilizable puede salir barato si se usa mucho, y como a priori no sabemos cuánto va a durar la cuestión, habrá preferido tirar por lo más directo. Ahorrar en el desarrollo actual, y a verlas venir.

Manuel Montes dijo...

Según los gráficos de gasto que presentaron, el aumento en el gasto para la Luna coincide en el tiempo con el descenso de gasto del Shuttle (que se lleva unos 4.000 millones al año), pues recordemos que se va a retirar de la circulación dentro de poco. Teniendo en cuenta que el vehículo lunar, antes, debe ser vehículo orbital, entra dentro de la lógica que el CEV esté a punto poco después de la retirada de la lanzadera. Otra cuestión es el vuelo a la Luna, que yo creo irán posponiendo en cuanto salgan los primeros problemas y retrasos, como ya ha ocurrido con la propia estación espacial, y al final se irá cuando se pueda, si el próximo presidente no cambia de opinión. En cuanto a dinero, desde luego, la cosa no cuadra, y si hay que recortar, sufrirán otros sectores como la aeronáutica o la ciencia. El planteamiento, desde el principio, ha sido volver a la Luna con el mismo presupuesto anual actual, o poco más. Se hicieron los números hace un par de años, ahora no está tan claro, ya veremos cómo acaba la cosa.

Manuel Montes dijo...

Si os bajais el documento:
http://www.nasa.gov/pdf/55583main_vision_space_exploration2.pdf
veréis en la página 27 el gráfico de presupuestos que os comentaba. Y comprobareis como paulatinamente van perdiendo peso los programas actuales, hasta desaparecer, y ser reemplazados por los vuelos a la Luna y, quizá, Marte. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que cuando ahora mismo se han empezado a hacer recortes y cancelaciones en ciencia, la gente ha empezado a poner el grito en el cielo, y se han acabado restituyendo algunas financiaciones (Dawn, astrobiología...), pero ello implica un déficit que supondrá retrasos posteriores. Por otro lado, algunos puntos de partida, como el uso de una gran parte del hardware de la lanzadera espacial para construir los cohetes, al final, según se van haciendo los estudios, va a quedar en muy poca cosa. Por ejemplo, ya no se utilizarán los motores SSME del transbordador, sino los RS-68 del Delta-4, y aunque éstos son más potentes, también son más pesados y menos eficientes (no fueron pensados para ser reutilizados), de modo que ello ha obligado a aumentar el diámetro del cohete lunar hasta el mismo que tenía el Saturno-V. Su ventaja, su mucho menor precio. Pero si el diámetro del tanque es mayor, implica que ya no podemos usar el ET de la lanzadera, ni el utillaje. Y como la étapa superior tampoco usará el SSME sino el viejo J-2 del Saturno, pues resultará que sólo se van a aprovechar los aceleradores sólidos, que sin embargo tendrán que ser modificados añadiendo al menos un segmento más (más potencia al despegue), implicando inversiones en desarrollo y pruebas. En conclusión, los cohetes van a ser básicamente nuevos y su diseño y construcción, quizá más caro de lo previsto...

Manuel Montes dijo...

Creo que ya comentamos hace unas semanas, en parte, las motivaciones del Programa Constellation. No se dicen claramente, pero son claras: primero levantar la moral tras la destrucción del Columbia. Después, reaccionar ante la velada "amenaza" china de ir a la Luna, aunque sea dentro de 30 años. La realidad, sin embargo, es que la lanzadera espacial tiene que ser retirada, porque han perdido su confianza en ella. Se haría ahora mismo si no hiciera falta acabar la estación espacial internacional. Pero Bush no se puede cargar el programa tripulado y ya está. Así, tras las consultas pertinentes, acertadas o no, ha puesto en marcha el programa Constellation. Lo bueno de este programa es que el desarrollo del CEV nos lleva a disponer de un vehículo utilizable también en la estación, de modo que si finalmente no se va a la Luna, no se pierden las inversiones. Me parece claro que el CEV se construirá, aunque sea porque el Shuttle desaparecerá pronto. Luego, ya veremos, pero como Bush lo ha dicho, y como cualquier programa de esta envergadura necesita de medio lustro de preparación como mínimo, la NASA se ve obligada a trabajar ya en le programa lunar, sin que tenga la más mínima seguridad de que vaya a fructificar. Si lo hace, dentro de unos años, se verá qué hacer en la Luna y cómo. No creo que ahora mismo eso les preocupe demasiado, aunque ya se han solicitado propuestas, que dependen mucho de la arquitectura final. Dependerá del módulo lunar, de los lugares de alunizaje elegidos, etc. Podría ocurrir incluso que se saltaran la visita a la Luna para ir directamente a Marte, aunque sea sólo para atrasar más en el tiempo las inversiones que requerirá poner a punto el cohete pesado y los demás elementos planetarios...

JCasado dijo...

¡Hola amigos! Me había perdido este debate, y la verdad es que no queda mucho que añadir, creo que en el fondo todos pensamos igual. Pero ahí van algunos comentarios:

Sobre las razones para ir a la Luna, pues ya las ha dicho Manel. Y es que, desgraciadamente, si la cosa no cambia mucho en las próximas décadas, estos grandes proyectos seguirán moviéndose por razones políticas antes que científicas. Y es que el objetivo político justifica el gasto para quien tiene que aprobarlo, pero el científico habitualmente no.

Sobre el tema coste vs. presupuestos y la cancelación de múltiples programas por desvío del dinero disponible al programa lunar: Aparte de que me parezca penosa la situación (tener que sacrificar proyectos de investigación para sacar adelante el proyecto marcado por la Casa Blanca), lo que estoy viendo me da la impresión de falta de decisión, o de seguridad, o de... yo que sé, de un rumbo claro o un programa bien estructurado. Me refiero a: se acabó el Hubble... ah, que la gente protesta mucho, bueno, pues resérvale un poco de dinero, que lo reparamos. A ver, pues nos cargamos la Dawn... jo, la que se ha armado, bueno, anda, rescátala, ya mataremos algún otro... y así continuamente. No parece muy serio, la verdad. Ya sabemos que la NASA vive en gran parte indirectamente de la opinión pública (vía apoyo del Congreso), y también es cierto que "rectificar es de sabios", pero es que están dando la impresión de actuar a la desesperada, sin un plan claramente definido y sin un estudio profundo de la situación y la forma de enfrentarse a ella. O bien de debilidad pura y dura. En fin, un poco patético, la verdad, independientemente de que me alegre de que se puedan salvar el Hubble y la Dawn (lo malo es que perderán otros proyectos menos populares y no necesariamente menos valiosos).

Bueno, ahí va mi granito de arena. ¡Saludos!

Manuel Montes dijo...

Por no hablar de que los presupuestos de un programa como el lunar no se desbocan ahora, sino dentro de unos años, cuando los problemas técnicos impliquen nuevas inversiones o retrasos, o simplemente cambien las prioridades. Eso ya ocurrió con el Apolo, y entonces la falta de dinero se "solucionó" eliminando misiones. Justo cuando éstas eran más baratas, por la amortización del desarrollo, se caían del calendario. De modo que al final, si dividimos coste por número de vuelos, el resultado es astronómico...