
La técnica empleada para ayudar a demostrar la existencia de agujeros negros de masa intermedia se aprovecha de la relación existente entre el objeto y su disco de acreción, el disco de material y gas que lo rodera y que va cayendo sobre él en espiral. Cuando el ritmo de acreción alcanza un cierto nivel, el material se acumula cerca del agujero negro, en una región caliente semejante a un embotellamiento callejero. Según los científicos (Titarchuk), la distancia que separa esta congestión del agujero negro está relacionada directamente con la masa de este último. Cuanto más masivo es el agujero negro, más lejos se produce el “embotellamiento”, y éste tiene un período orbital más largo. Para determinar la posición de la congestión, se estudia la emisión de rayos-X procedente de la zona caliente con los observatorios XMM-Newton y RXTE. (Foto: NASA)