
En 1951, sin embargo, la caza de brujas de McCarthy le alcanzó plenamente. Como chino, fue acusado de comunista. Perdió los privilegios y fue encarcelado de forma repetida. Finalmente, los gobiernos chino y estadounidense acordaron efectuar un intercambio en septiembre de 1955: Tsien y otros 93 científicos chinos a cambio de 76 prisioneros americanos que habían sido apresados en Corea.
La llegada de Tsien a China fue triunfal: magníficamente recibido por sus compatriotas, que conocían sus trabajos, significó la llegada de la más avanzada teoría americana en el campo de los misiles y cohetes. En 1956, el deportado Tsien ya había puesto las bases del nuevo programa espacial chino, que culminaría en 2003 con el primer astronauta de esta nacionalidad lanzado con medios propios. De paria a padre de la astronáutica china, la misma que está empezando a poner en aprietos, desde el punto de vista del prestigio, al resto de las naciones espaciales del mundo. (Foto: Archivo del Autor)
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