
Su compañero Wally Schirra compró unos bocadillos en el establecimiento “Wolfie’s” de Cocoa Beach, y Young se encargó de introducirlos en la cápsula sin que el personal de apoyo se diera cuenta de ello. Una vez en órbita, a la hora de comer, Grissom y él sacaron sus raciones oficiales, pero también los bocadillos, que mordieron con mayor placer. No los devoraron por completo, para evitar que demasidas migas flotaran en la atmósfera ingrávida.
El “incidente”, finalmente, llegó a la prensa, y de los periódicos al Congreso, donde algunos legisladores se mostraron bastante contrariados. En lo sucesivo, la NASA redoblaría los controles sobre lo que los astronautas podían o no llevar consigo al espacio.
No siempre lo lograron… (Foto: NASA)
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