
Las tormentas de arena que azotaron la superficie marciana durante el pasado verano, poniendo en peligro la continuidad de las misiones de los robots Spirit y Opportunity, tuvieron una influencia notable en la temperatura de la atmósfera del planeta, que se elevó entre 20 y 30 grados C. El efecto de calentamiento temporal afectó a la atmósfera, pero en cambio enfrió la superficie, oculta por la densa polvareda. La sonda europea Mars Express, utilizando sus instrumentos OMEGA, HRSC y PFS, siguió la evolución de las tormentas y ha confirmado que durante su apogeo sólo el 20 por ciento de la radiación solar alcanzaba el suelo. Al mismo tiempo, el polvo en suspensión absorbía la radiación y calentaba la atmósfera, hinchándola literalmente (unos 20 km). (
Foto: ESA/ASI/PFS team)
No hay comentarios:
Publicar un comentario