
Lake Erie (CG-70), de la red AEGIS de la US Navy. Sólo fue necesario un lanzamiento, pues el misil impactó con su objetivo a unos 247 km por encima del océano Pacífico. Otros dos navíos, el USS Decatur (DDG-73) y el USS Russell (DDG-59), se mantuvieron en reserva para el caso de que el intento hubiera fallado. Los sensores militares de tierra, mar y aire, confirman el impacto y la destrucción del vehículo orbital, cuyos restos fueron vistos evolucionar por observadores civiles. Queda pendiente, sin embargo, la confirmación de que el objetivo principal, la ruptura del tanque de combustible (lleno de hidracina tóxica), se ha logrado. Si es así, se quemará en la atmósfera, disipando las posibilidades de contaminación si los restos caen en zonas habitadas. Según los cálculos, la mayoría de los fragmentos del satélite empezarían a reentrar en la atmósfera en un plazo de 24 a 48 horas, y el resto, en menos de 40 días. (Foto: US Navy)
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