
Asignado al primer vuelo tripulado del programa Gemini, Grissom, siguiendo la tradición del cuerpo de astronautas de dar un nombre a su vehículo espacial, concluyó que sólo podía ser uno: “Molly Brown”. El nombre procedía de una famosa obra de Broadway, protagonizada por una “insumergible heroína”, superviviente del hundimiento del Titanic. Pero cuando Grissom comunicó su decisión a la dirección del programa, sus representantes no se mostraron muy receptivos a la idea. Si finalmente la astronave se hundía, temían ser objeto de escarnio público. Sin embargo, finalmente aceptaron: Grissom les propuso una alternativa aún peor: ¡“Titanic”! (Foto: NASA)
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