-1810: Cinco años antes, Congreve propone el uso de cohetes para atacar la ciudad de Cádiz, en manos francesas. Pasado este tiempo, la operación se lleva a cabo, pero con resultados muy limitados. Sin embargo, la introducción de estas armas en España pica la curiosidad de Napoleón, que crea una comisión de expertos para intentar duplicarlas. A la sazón, se empezarán a construir cohetes franceses en Sevilla, siguiendo fielmente el diseño de Congreve. El resultado es mediocre ya que su alcance no supera los 2 km. (Foto derecha: Archivo del autor)
-1811: Aparece "Münchausen at Walcheren", de autor anónimo. La historia describe al barón en un viaje a bordo de un cohete, aunque sólo llegará a desplazarse por el aire y no a través del espacio.
-Junio de 1811: El ya mencionado bombardeo de Copenhague en 1807 llama la atención de las autoridades suecas. En 1810, el químico Berzelius visita la ciudad y se hace con muestras de los cohetes Congreve que no llegaron a estallar. El hábil sueco consigue replicarlos rápidamente y los primeros vuelos de prueba se llevan a cabo en junio de 1811. El máximo alcance conseguido es de 1,5 km. Durante los siguientes años, el diseño básico será mejorado. La llamada "Brigada de los Cohetes" participará en diversas batallas y sus avances finalmente serán transmitidos a otras naciones europeas. (Foto izquierda: Archivo del autor)
-1812: Españoles y británicos colaboran bajo el mando de Lord Wellington en la liberación de Badajoz. En los sucesivos episodios de la batalla se emplean cohetes del tipo Congreve. Algo parecido ocurrirá en Barcelona un par de años después.
-1813: Se edita "Treatise on the Motion of Rockets", de William Moore, un matemático inglés de la Royal Military Academy. Incluye detalles sobre las trayectorias de los cohetes, así como sus movimientos en el vacío y en el aire, siguiendo la tercera ley de Newton. Moore se entretiene también en calcular cuál debería ser la potencia de un cohete Congreve para que éste pudiese abandonar definitivamente la gravedad terrestre. Así, si no fuese por la resistencia del aire, concluye que una pieza de 24 libras aceleraría hasta una velocidad tal que ya no le permitiría volver a caer a tierra.
-1814: William Congreve publica "Details of the Rocket System", donde describe los avances técnicos que ha desarrollado durante los últimos años. La estabilización de los cohetes, sin embargo, aún es una asignatura pendiente, ya que reside sólo en el uso de delgadas y largas cañas. Hacia 1817 diseñará un modelo llamado Firebolt que intentará eliminar este atraso, gracias a un movimiento de estabilización por giro. Sin embargo, no tendrá éxito. (Foto derecha: Archivo del autor)
-13 de Septiembre de 1814: Los británicos utilizan cohetes Congreve en la Guerra de la Independencia Americana, concretamente en Fort McHenry, Baltimore.
-1815: Adelantándose a Julio Verne, Edward Francesca Burney escribe "Q.Q. Esq.'s Journey to the Moon", donde se menciona quizá por primera vez el uso de un cañón para aplicaciones espaciales. En realidad, se trata de cuatro cañones convencionales, unidos unos a otros y mirando hacia el cielo. Dentro de cada uno se introduce un poste, formando las cuatro patas sobre las que descansará la nave del astronauta. Este (Q.Q.) esperará el momento del disparo simultáneo equipado con lo que aparenta ser un traje espacial primitivo: una bolsa hermética sobre la cabeza, con un orificio con cristales para poder ver, y un suministro autónomo de oxígeno. Para hacer aerodinámica la nave (una simple plataforma circular con un asiento para el viajero), el astronauta sitúa sobre él un gran paraguas medio plegado, formando un cono. Cuando llegue a la Luna, Q.Q. usará el mismo paraguas para descender a través de su "atmósfera".