El día 21 de noviembre estaría dedicado a continuar la transferencia de suministros y a poner en marcha algunos de los equipos traídos a la estación por el transbordador Endeavour, así como a preparar la tercera salida extravehicular de la misión y a realizar otras tareas previstas.
Por ejemplo, Mike Fincke y Sandra Magnus probaron el sistema de anclaje del laboratorio japonés Kibo, el cual será utilizado el año que viene para conectar una plataforma científica externa. Magnus también participó en la instalación de un componente del sistema de soporte vital regenerativo. En concreto, el Total Organic Carbon Analyzer, que se emplearía para analizar las muestras procedentes del nuevo sistema de reciclaje de agua (WRS). Precisamente, este último empezó a dar problemas a los astronautas. Una vez colocado en su sitio, se efectuaron pruebas de funcionamiento, que acabaron de forma poco satisfactoria. Un segmento del WRS emplea un sistema de destilación por rotación, que separa el agua de la orina. Sin embargo, el motor de la centrifugadora mostró síntomas de no actuar correctamente. El fallo hizo detenerse a la unidad automáticamente.
Mientras se analizaba la anomalía en la Tierra, Chris Ferguson y Eric Boe utilizaron los motores auxiliares del Endeavour para aumentar ligeramente la altitud del complejo orbital. Esto facilitará el acoplamiento de la próxima nave de carga Progress.
Por su parte, Heidemarie Stephanyshyn-Piper y Steve Bowen prepararon sus herramientas y trajes para el tercer paseo espacial, y pasaron la “noche” en el módulo Quest, a presión inferior a la normal.
La tripulación al completo realizó asimismo una conferencia de prensa con los periodistas acreditados en la Tierra, dentro del módulo Harmony.
El sábado 22 de noviembre estaría dedicado a la citada tercera EVA, la cual se inició a las 18:01 UTC. La principal tarea de Piper y Bowen consistiría en continuar la limpieza de la articulación SARJ de estribor y la sustitución de más piezas TBA. Los astronautas abandonaron el módulo esclusa Quest y se dirigieron de inmediato a la zona de trabajo. Allí, se limpió y engrasó la zona prevista, y Piper cambió uno de los sistemas de rodamientos TBA. Una vez recubierta con el material aislante térmico, los astronautas continuaron su trabajo en otra zona de la articulación. En total, se cambiaron 5 TBA, dejando pendiente sólo uno para la siguiente salida extravehicular.
Después, Bowen y Piper regresaron al módulo Quest, finalizando su excursión a las 00:58 UTC del 23 de noviembre. En total, pasaron 6 horas y 57 minutos en el exterior.
Dentro de la estación, habían continuado los trabajos de transferencia de suministros, y también se habían examinado los problemas en el sistema de reciclaje de agua. Los ingenieros creyeron inicialmente que el motor de la centrifugadora reducía su velocidad debido a un sensor rozando con el dispositivo.
Durante el domingo, los astronautas tuvieron unas horas de tiempo libre, pero Fincke dedicó parte del tiempo a continuar observando el comportamiento de la unidad de recuperación de la orina. Las diversas pruebas mostraban una vibración, seguramente causada por una interferencia física, que aumentaba el consumo energético y provocaba su apagado automático. Tanto Fincke como Pettit desmontaron algunos de los componentes (unos amortiguadores para las vibraciones), y reactivaron la unidad. Esta funcionó durante más tiempo que antes, pero después volvió a pararse. Los ingenieros en la Tierra recopilaron toda la información y se dedicaron a encontrar una solución a la anomalía.
La NASA, mientras tanto, anunciaba a la prensa las futuras tripulaciones de larga duración que viajarían hacia la estación internacional hasta 2010. Debido al aumento de inquilinos, que será pronto de seis personas, se cambiará el sistema de numeración de las expediciones. Dicha nueva numeración se inaugurará en mayo de 2009, durante el despegue y acoplamiento de la próxima Soyuz. Dicha Soyuz marcará el inicio de las tripulaciones de seis astronautas, de modo que, a partir de entonces, las expediciones se acabarán cuando una Soyuz se desacople del complejo. Es decir, las numeraciones cambiarán cada dos o cuatro meses, cada vez que nuevos miembros lleguen o se vayan. Cada astronauta permanecerá unos seis meses en órbita, perteneciendo pues a dos expediciones consecutivas. Con la salida de una cápsula Soyuz, el mando de la estación será transferido a un miembro de la tripulación que se quede a bordo, empezando entonces la nueva expedición de larga duración. Entre las tripulaciones anunciadas por la NASA, hay que destacar que Frank De Winne se convertirá en comandante de la estación en octubre de 2009, la primera vez que un europeo ocupará este puesto. (Foto: NASA)