El primer satélite soviético, el Object-D, complejo y científicamente muy capaz, incurrió en tantos retrasos que amenazó con impedir uno de los objetivos de la carrera espacial: alcanzar la primicia mundial de la satelización de un objeto construido por el Hombre. Por eso, el Gobierno autorizó el desarrollo de un sustituto mucho más sencillo que permitiera su puesta en órbita antes que el Vanguard estadounidense. Llamado Object PS (Prostreishiy Sputnik), sería una simple esfera de aluminio fabricada en dos partes, de 58 cm de diámetro, pensada para verificar la densidad atmosférica. Pesaría unos 84 kg (51 pertenecerían al sistema de energía) y sólo transportaría dos radiotransmisores, las baterías de plata-zinc para alimentarlos, y un sistema de medición de la temperatura cuyos resultados serán radiados a la Tierra (foto izquierda). Para mantener bajo control la temperatura interna del satélite, se pulió la esfera hasta dejarla muy brillante (foto derecha), esperando reflejar la radiación procedente de nuestra estrella. El satélite, construido por el NII-88, se mantendría presurizado a 1,3 atmósferas con nitrógeno para asegurar el funcionamiento de los equipos. El lanzamiento del PS-1 (1-y ISZ) se logrará a las 19:28:34 UTC del 4 de octubre de 1957. Su cohete 8K71PS (1PS) inaugura además con éxito el uso espacial de la rampa LC1 del centro NIIP-5, en Baikonur/Tyuratam. La órbita alcanzada, sin embargo, resulta 80 km inferior a lo previsto en el apogeo (228 por 947 km, inclinación 65,6 grados, período 96,17 minutos). Completada la primera revolución, los ingenieros confirmaron que su objeto estaba en órbita y la noticia saltó a los medios de comunicación. Algunos transmitieron el famoso bip-bip que pasará a la historia. El PS-1 (1957-Alfa 2) operó hasta el 15 de noviembre, cuando se agotó la batería, informando de la presión interna y la temperatura a través de las cuatro antenas que sobresalían de su estructura. Finalmente, reentró en la atmósfera el 4 de enero de 1958.
Khrushchev reconocerá inmediatamente el valor propagandístico de la hazaña del Sputnik-1 y por tanto ordenó el lanzamiento de otro vehículo lo antes posible, con un objetivo aún más espectacular que el anterior: el envío del primer ser vivo al espacio. Con intención de usar su misión para celebrar la Revolución Soviética, se otorgó sólo un mes para llevarla a cabo. Ante tal urgencia, los ingenieros comandados por Korolev sólo pudieron hacer una cosa: coger una copia de reserva del Sputnik (PS-2), unirla a un contenedor presurizado para albergar a la perrita Laika (semejante a los utilizados a partir de 1951 para enviar perros en rutas balísticas) y, con una masa conjunta de media tonelada, lanzarlos juntos al espacio (foto izquierda). El segundo Sputnik (2-y ISZ) partió desde Baikonur a las 02:30:42 UTC del 3 de noviembre, pero el satélite, que no se separó del cohete 8K71PS (M1-2PS) por necesidades de diseño, ya que su telemetría pasaría a través de la del misil, sufrió un recalentamiento térmico (40 grados centígrados) que acabó matando al animal mucho antes de lo previsto (no podía ser recuperado). Además de la perrita, el PS-2 fue equipado con detectores Geiger-Mueller, con los que se descubrieron los cinturones de Van Allen semanas antes que el Explorer-1 americano. Sin embargo, los científicos soviéticos fueron incapaces de recibir todos los datos debido a la ausencia de una red de seguimiento extendida a través de todo el globo, y de interpretar los resultados. Laika (foto derecha) fue dotada con sensores para seguir sus constantes vitales en la Tierra, información que sería muy útil para preparar un vuelo tripulado. La perrita morirá el día 7, aunque los soviéticos anunciarán oficialmente que la causa ha sido asfixia por agotamiento del oxígeno (es decir, sin sufrimiento). El PS-2, que pesó 508 kg al despegue, evolucionó en una órbita de 212 por 1.660 km, y acabó reentrando el 14 de abril de 1958. (Fotos: NASA)
Escucha el Bip-bip
Sputnik-1
Sputnik-2