A mediados de diciembre de 2005, el robot marciano Opportunity desarrolló un problema en uno de los motores de su brazo móvil. Un corte en el bobinado obligó a aumentar la corriente para utilizarlo, e hizo que los controladores organizaran un plan en caso de que finalmente quedase inutilizable. La idea fue dejarlo desplegado en todo momento, en la posición más segura, para que aún pudiese depositar los instrumentos sobre el suelo y las rocas.
Mientras tanto el Opportunity continuaba en el cráter Erebus, investigando diversos objetivos a su alcance (“Ted” y “Hunt”) y levantando un mosaico de 360 grados de toda el área. El 19 de enero, durante la jornada 707, el vehículo volvió a ponerse en marcha, avanzando un par de metros hacia la roca llamada “Overgaard”, interesante por su textura.
Mientras los científicos trataban de identificar nuevos y futuros objetivos, el Opportunity coordinaba sus actividades con varios pasos sobre la región de la sonda europea Mars Express. La atención local estaba centrada en el afloramiento rocoso “Olympia”, del cual se examinó la ya mencionada “Overgaard”. Algunos de los puntos analizados recibieron nombres relacionados con Mozart, debido a una importante efeméride. Después se avanzó hacia otro objetivo llamado “Roosevelt”, a donde se llegó en la jornada 725.
Se finalizó la tarea en “Olympia” con la observación de varios puntos en “Bellemont”, una roca cercana. La siguiente zona a examinar debía ser “Zane Grey”, a unos 36 metros de distancia, pero se suspendió debido a que el motor que debía anclar el brazo robótico se encalló. El problema se solucionó aumentando la resistencia del rotor. Así, el día 740, el Opportunity volvió a moverse hacia “Zane Grey”. A la vista quedó el afloramiento rocoso “Payson”, siguiente meta, hacia el cual se dirigió. Por el camino estudió diferentes zonas, como “Dude Ranger”, “Mysterious Ryder” y “Rainbow Trail”. También fotografió otras desde la distancia.
Durante los siguientes días, “Payson” sería analizado de forma concienzuda, hasta finalizar con él. A mediados de marzo, el siguiente paso sería dejar el borde del cráter Erebus y alejarse de él un poco hacia el sur. En sólo una semana, recorrió casi 180 metros, en dirección al cráter Victoria. La siguiente sería similar, con unos 170 metros cubiertos. Los controladores desviaron entonces un tanto su curso para evitar una duna. En la jornada 788, el Opportunity se hallaba aún a 1.557 km del Victoria, pero avanzando rápidamente. El robot se movía una vez cada dos días, recuperando energía y haciendo observaciones intermedias. Esta restricción fue eliminada poco antes de alcanzar las 800 jornadas en la superficie de Marte.
Con el borde del Victoria ya frente al vehículo, a lo lejos, los controladores se tomaron el resto de la aproximación con calma, dejando que sus instrumentos examinaran algunos afloramientos atractivos, como “Brookville”, u objetivos como “Pecos River”.
A mediados de mayo (Sol 823), el cráter se hallaba a sólo 1.000 de distancia. Además de las habituales observaciones geológicas, se utilizó el enlace entre el Opportunity y la sonda orbital Mars Odyssey para ensayar las comunicaciones que se efectuarán entre ella y la futura misión Phoenix Mars Lander, cuyo lanzamiento está previsto para agosto de 2007 y su llegada al Planeta Rojo para mayo de 2008.
Durante la jornada 833 (29 de mayo), sin embargo, el robot se encontró con problemas. Su avance de 24 metros previstos se quedó en sólo 1,5 metros cuando sus ruedas entraron en contacto con suelo demasiado suelto. La situación no era tan grave como cuando se encalló en la “Purgatory Dune” (Sol 446), pero aún y así era difícil. Los próximos días estarían dedicados a planear una forma de escapar de la trampa de arena. En la jornada 836, sus ruedas giraron 5 metros, proporcionando un avance de sólo 9 cm. Sin embargo, todo parece indicar que el robot podrá salir durante los próximos días. Su cuentakilómetros, mientras tanto, permanece en los 7.971 metros. (Foto: JPL)
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