A poco más de 2 años del aterrizaje en el Planeta Rojo de la sonda Curiosity de la NASA, los ingenieros prosiguen la larga serie de preparativos para poner a punto este extraordinario vehículo. Con el tamaño de un utilitario, los científicos dispondrán con el Curiosity de un robot de gran capacidad que debería superar de largo a los actuales Spirit y Opportunity. Pero incluso antes de que sus instrumentos comiencen a explorar la superficie marciana, el vehículo empezará su labor investigadora. El Curiosity estará equipado con una cámara en alta resolución llamada MARDI, que tomará imágenes del espectacular aterrizaje, en agosto de 2012. El ordenador de a bordo la activará unos 2 minutos antes de tomar contacto con el suelo, de modo que permitirá ver la separación y caída del escudo térmico, y la superficie del planeta aproximándose rápidamente hacia la nave, primero ofreciendo una perspectiva de varios kilómetros, y después, aumentando el detalle hasta pisar tierra. La cámara mostrará unas imágenes erráticas al principio, cuando el robot se vea balanceado en el extremo de su paracaídas, pero luego se estabilizará. Nos enseñará la extensión de sus ruedas, y finalmente la sombra del vehículo haciéndose grande en la superficie. El polvo levantado por los cohetes de frenado dificultará la visión, hasta que el video termine y el Curiosity, ya a salvo en el suelo, pueda empezar su misión. En todo este proceso, estas imágenes, a razón de 4 fotogramas por segundo (con una resolución de 1.600 por 1.200 píxeles), quedarán almacenadas en la memoria flash de a bordo, que después se enviarán a la Tierra a través de los orbitadores marcianos (en función de su disponibilidad). Eso quiere decir que tardaremos en disponer de todas ellas (semanas o incluso meses). Primero se enviarán muestras a baja resolución, y por último las imágenes completas. El resultado será una película espectacular que todos los participantes en el proyecto tienen muchas ganas de ver. Proporcionarán una visión de conjunto de la zona de aterrizaje, ayudando a los “conductores” que deberán determinar hacia dónde dirigir el robot durante sus primeros pasos. La cámara MARDI, situada bajo el Curiosity, quedará a partir de entonces disponible para obtener fotografías de alta resolución del suelo, que los científicos utilizarán si lo creen conveniente. La MARDI fue instalada en el Curiosity durante el mes de junio. Una cámara similar viajaba a bordo del Mars Polar Lander, que se estrelló en Marte tras su lanzamiento en 1999, y también en el Phoenix Mars Lander, lanzado en 2007. Sin embargo, en este último, que aterrizó con éxito, se optó por no utilizarla ante el temor de que pudiera dificultar el funcionamiento del sistema de gestión de datos del vehículo, poniendo en peligro la delicadísima maniobra. El problema se ha resuelto en el Curiosity. (Foto: NASA/JPL-Caltech/Malin Space Science Systems)
MARDI