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viernes, 5 de febrero de 2010

La Progress M-04M Llegó a la Estación Espacial

La nave de carga Progress M-04M se acopló sin novedad al puerto delantero del módulo Zvezda de la estación espacial internacional el 5 de febrero. La nave usó su sistema automático Kurs, que la unió al complejo a las 04:26 UTC. Los astronautas, desde el interior, vigilaron la maniobra, listos para intervenir en caso necesario. Hay ahora dos Progress y dos Soyuz en la estación. La tripulación iniciará de inmediato la descarga de sus contenidos, después de lo cual, será llenada, como ya es habitual, de basura y elementos inservibles para su posterior destrucción en la atmósfera de la Tierra. Los astronautas, sin embargo, dedicarán ahora su máxima atención a la llegada del transbordador Endeavour, cuyo lanzamiento está previsto para el domingo 7 de febrero. Si todo va bien, la nave llegará a la ISS el día 9. (Foto: NASA)


El Nuevo Aspecto de Plutón

El telescopio espacial Hubble ha estado observando Plutón durante mucho tiempo y ahora los astrónomos han dado a conocer las más detalladas imágenes de este astro tomadas entre 2002 y 2003 y procesadas durante varios años. Su aspecto actual es más rojizo y su hemisferio norte iluminado es cada vez más brillante. Los cambios son probablemente el resultado de la fusión del hielo del polo que recibe los rayos del Sol, y de su congelación en el otro. Por tanto, en su largo ciclo estacional de 248 años, Plutón no es una gran roca inerte, sino que sufre cambios dinámicos constantes. Su órbita elíptica, sin embargo, produce estaciones asimétricas. El Hubble usó su Advanced Camera for Surveys, y se espera que las imágenes que ha enviado ésta sean las mejores de Plutón hasta que la sonda New Horizons sobrevuele el planeta en 2015. Los astrónomos planean usar también la nueva cámara WFC 3 en dirección a Plutón antes de la visita de la New Horizons. (Foto: NASA, ESA, y M. Buie (Southwest Research Institute))


jueves, 4 de febrero de 2010

La Cassini Continuará Operando Hasta 2017

La NASA prolongará la misión de la sonda Cassini hasta 2017. Lanzada en octubre de 1997 y situada alrededor de Saturno desde 2004, el vehículo debía finalizar su trabajo a finales de 2008, pero vio extendido su periplo hasta septiembre de 2010. Ahora, el presupuesto para el año 2011 anunciado por la nueva administración contiene 60 millones de dólares anuales para continuar la exploración del planeta, sus anillos y satélites hasta el 2017. La nave sigue con buena salud y centrada en el estudio de Titán y de otros objetivos de máxima prioridad. La extensión de la misión ayudará a los científicos a hacer un seguimiento de los cambios estacionales que se producen en el sistema con el paso del tiempo. La extensión ha sido bautizada como Cassini Solstice Mission. Cuando la Cassini llegó a Saturno, el hemisferio norte del planeta estaba en el solsticio de invierno. En mayo de 2017, habrá sobrepasado el solsticio de verano. La sonda efectuará pues 155 órbitas más, que incluirán 54 sobrevuelos de Titán y otros 11 de Encélado. Hasta la fecha, ha capturado más de 210.000 imágenes, habiendo realizado 125 órbitas, 67 sobrevuelos de Titán y 9 de Encélado. (Foto: NASA)


Comienza la Cuenta Atrás Para el Endeavour

Con todo a punto para su lanzamiento el domingo 7 de febrero, la NASA autorizó el inicio de la cuenta atrás para la misión STS-130 Endeavour. La lanzadera, que volará hacia la estación espacial internacional, comenzó dicha cuenta atrás a las 2 de la madrugada, hora de Florida, del 4 de febrero. Tanto la carga útil (el módulo Tranquility), como la tripulación, están preparadas. Las predicciones meteorológicas indican asimismo que existe sólo un 30 por ciento de posibilidades de que el mal tiempo impida el despegue el día programado. (Foto: NASA TV)

Irán Lanza Varios Animales al Espacio

Irán lanzó el 3 de febrero un cohete llamado Kavoshgar-3, que situó en ruta suborbital una carga biológica, incluyendo un ratón, dos tortugas y varios gusanos. Al parecer, la cápsula alcanzó cierta altitud y después fue recuperada mediante paracaídas. El vuelo sirvió para celebrar el primer aniversario del primer lanzamiento orbital de la nación, con el satélite Omid. El acontecimiento sirvió también para presentar un nuevo cohete, llamado Simorgh (capaz de satelizar 100 kg a 500 km), y tres satélites, llamados Mesbah-2, Tolo y Navid-e-Elm-o-Sanat, que serán lanzados en un futuro próximo.

Hace 50 Años (57): Discoverer-9

Las cosas parecen ir de mal en peor en el programa Corona. Sus responsables entienden que el sistema tiene numerosos defectos de diseño, o de lo contrario no es posible explicar tal cantidad de fallos consecutivos. Las cámaras no funcionan, los lanzadores fracasan a menudo en colocar a sus cargas en la órbita indicada y las cápsulas no son recuperadas como se esperaba. Las limitaciones de la etapa Agena-A han obligado a reducir el peso en el Thor, dejando que éste siga una trayectoria preprogramada hasta el agotamiento de los propergoles. Pero esto ha aumentado la imprecisión y ha hecho que la Agena no consiga frecuentemente completar la trayectoria esperada. Para aumentar las posibilidades de éxito y los márgenes de maniobra, y hasta la llegada de la más potente Agena-B, se inicia una campaña de reducción de peso en su antecesora. En cuanto a la cámara C, sus fallos se explican por la fragilidad de la película expuesta al vacío, que puede trabar los mecanismos. En la cápsula se añade una luz adicional intermitente para facilitar su localización, así como señuelos para permitir su detección mediante el radar. Otros cambios, como el cambio de los patrones de pintura exterior de la nave, ayudarán a discernir cuál es el mejor sistema para mantener la temperatura en su interior. Unos tres meses después del Discoverer-8, la dirección del programa decide que la única forma de saber si estos cambios serán útiles es continuar lanzando vehículos al espacio. Así, el Discoverer-9 (Corona 9006) despega desde Vandenberg (tras tres intentos anteriores abortados). Por desgracia, su misión tampoco llegará a culminar. El Thor se apaga 17 segundos antes de lo previsto, y aunque la Agena se separa y acciona su motor, muy pronto pierde su orientación. Un análisis posterior indica que la etapa superior pudo ser dañada por la torre de despegue durante el lanzamiento. De una manera o de otra, el Discoverer-9 no alcanza la órbita y sus restos se queman en la atmósfera. Considerando que se trata de un fallo del lanzador, el personal de tierra preparará rápidamente el próximo ejemplar de la serie. (Foto: USAF)
-Hora de Lanzamiento: 18:51:45 UTC
-Zona de Lanzamiento: Vandenberg 75-3-4 (SLC-1W)
-Nombre de la Carga Util: Discoverer-9 (KH-1, Corona 9006) (OPS-1026) (Hungry Eye)
SRV-113
-Masa al despegue: 765 kg
-Organización Responsable: ARPA/CIA (EEUU)
-Lanzador: Thor-Agena-A (Thor-218, 59-2339 / Agena 1052) (DM-1812-3)

miércoles, 3 de febrero de 2010

Nave de Carga en Dirección a la Estación Espacial

Rusia lanzó desde el cosmódromo de Baikonur una nueva nave de carga en dirección a la estación espacial internacional, el 3 de febrero. La Progress M-04M (36P), despegó a bordo de un cohete Soyuz-U a las 03:45 UTC, con 2.500 kg de suministros, incluyendo combustible, agua, oxígeno, recambios, comida y experimentos. Con un acoplamiento automático previsto para el 5 de febrero, junto al módulo Zvezda, la Progress pondrá al día los consumibles de la estación, unos días antes de la llegada del transbordador Endeavour. Durante las jornadas anteriores, los cosmonautas Maxim Suraev y Oleg Kotov dedicaron varias horas a revisar el sistema TORU de control remoto, en caso de que el sistema automático Kurs de la nave de carga no pudiese completar por sí solo la operación de acoplamiento. Jeff Williams, Soichi Noguchi y T.J. Creamer, por su parte, se dedicaron a preparar los trajes espaciales que se utilizarán para los tres paseos espaciales previstos durante la misión del Endeavour. Dichos trajes fueron ajustados para las medidas de los astronautas que los utilizarán. Noguchi también se ocupó de cambiar uno de los ordenadores de la red de la estación con otro más moderno. (Foto: NASA)


El Hubble Observa un Asteroide Muy Especial

El telescopio Hubble ha observado un asteroide que presenta una especie de cola de escombros y polvo. Los científicos creen que podría ser el resultado de un choque frontal con otro asteroide. El objeto se halla en el cinturón de asteroides y se sospechaba desde hace tiempo que en él se deben producir colisiones entre sus miembros, aunque nunca se había observado ninguna. El asteroide fotografiado, llamado P/2010 A2, fue descubierto por el programa LINEAR, el 6 de enero. El Hubble lo observó los días 25 y 29, mostrando detalles del astro. El polvo que se aprecia no se parece demasiado al de un cometa. Son filamentos lanzados desde el núcleo, pero algunos son arrastrados de nuevo hacia él por la presión de la radiación solar. El citado núcleo tendría unos 120 metros de diámetro, y sería el objeto superviviente del choque a hipervelocidad. Su órbita es la del grupo Flora, una familia de asteroides que precisamente se generó debido a algún tipo de colisión, hace unos 100 millones de años. Uno de estos objetos es candidato a haber chocado contra la Tierra hace 65 millones de años, cuando se extinguieron los dinosaurios. El P/2010 A2 se halla a unos 150 millones de kilómetros de la Tierra, y a 300 del Sol. (Foto: NASA, ESA, and D. Jewitt (University of California, Los Angeles))


martes, 2 de febrero de 2010

Cambio de Rumbo Para la NASA

El Presidente Obama presentó el 1 de febrero su solicitud de presupuesto para la NASA para el año fiscal de 2011. En él, pide un incremento de aproximadamente 1.000 millones de dólares, pero también la reforma casi total del programa tripulado. Dicha reforma incluye la prolongación de la utilización de la estación espacial internacional hasta al menos 2020 y la cancelación completa del programa Constellation. Es decir, la NASA, según mandato del Presidente, debe abandonar a corto y medio plazo cualquier intención de explorar con astronautas más allá de la órbita terrestre, lo que implica el cese de todas las actividades alrededor del diseño de los cohetes Ares-I y V, e incluso de las naves Orion (cápsula tripulada) y Altair (módulo de alunizaje). De hecho, Obama está pidiendo un cambio de paradigma para la agencia, ya que en su propuesta de presupuesto se está ordenando a la NASA a que deje en manos de la industria privada el desarrollo de los futuros medios estadounidenses de lanzamiento de personas al espacio. Ante dicha situación, se han empezado ya a levantar voces a favor y en contra de la decisión, que tendrá lógicamente consecuencias para el futuro. Pero hay que tener en cuenta que el presupuesto deberá ser aprobado por el Congreso, lo cual está lejos de ser seguro, ya que el cambio de rumbo afectará grandemente a cómo se hacían las cosas hasta ahora, y muchos congresistas y senadores no están de acuerdo con él. El anuncio confirma los rumores que corrían durante los últimos días en los medios de comunicación, y de hecho presenta una situación aún más compleja, ya que si bien casi todos los analistas daban por hecho que Obama cancelaría los cohetes Ares, creían que al menos continuaría el desarrollo de la cápsula Orión, como sucesora de los actuales vuelos de la lanzadera espacial, cuya última misión está programada para el próximo mes de septiembre. En lugar de ello, no se prolongará la vida del Space Shuttle y se desestima sustituirlo por el Orion, de modo que los Estados Unidos se quedarán sin medios propios de acceso al espacio para sus astronautas. Con la estación espacial a punto de ser completada, se impone por otro lado la lógica y la NASA apoyará su continuidad (en peligro según el plan anterior, que no disponía de fondos suficientes para financiar a un tiempo el complejo orbital y el retorno a la Luna). Pero para poder viajar hacia la ISS, los astronautas estadounidenses deberán viajar a bordo de cápsulas rusas Soyuz, para lo cual la NASA deberá pagar unos 50 millones de dólares por asiento. Las razones para este cambio de dirección son diversas, pero básicamente se centran en el elevado coste del programa Constellation, y la imposibilidad de financiarlo de forma adecuada para evitar que siga aumentando su factura y los retrasos se acumulen. Su cancelación, sin embargo, deja 9.000 millones de dólares invertidos en el limbo: la torre de lanzamiento de los cohetes Ares, en construcción en el centro espacial Kennedy y que hace pocos días vio colocada su última pieza estructural, se quedará pues sin uso y probablemente será desmantelada. Con un programa Constellation insostenible (porque precisaría un aumento de los presupuestos de más de 3.000 millones de dólares anuales, y el sacrificio de otros proyectos en marcha), Obama ha decidido que la NASA ya no debe tener un nuevo programa tripulado concreto entre manos, uno con un objetivo (la Luna, Marte...), y trabajar para hacerlo posible, sino que la agencia debe dedicarse exclusivamente a desarrollar tecnologías innovadoras para que, cuando llegue el momento, puedan servir para allanar el camino hacia alguno de estos objetivos. Es decir, en vez de reutilizar conceptos probados (Apolo, Shuttle), que maximicen las posibilidades de éxito para alcanzar un destino, los ingenieros deben desarrollar tecnologías que conviertan en más realista una iniciativa de este calibre. Por ejemplo, la NASA financiará una serie de proyectos de desarrollo puramente tecnológicos, que incluirán misiones de prueba, y que ya no tendrán la ciencia como prioridad. Se diseñarán sistemas para almacenar combustible en órbita y transferirlo a otras naves espaciales, se mejorarán los sistemas de soporte vital de los vehículos tripulados, se invertirá en nuevos motores de propulsión, se trabajará en un diseño de cohete pesado, etc. Incluso se lanzarán sondas de aterrizaje hacia la Luna para demostrar técnicas de explotación de los recursos locales, o robots mucho más sofisticados que los de ahora. La NASA ya ha anunciado contratos a varias empresas para que investiguen en todo ello. La agencia debe garantizar con su apoyo que las compañías privadas puedan ser las que a partir de ahora, y con la debida seguridad, ofrezcan el medio de transporte para los astronautas americanos, y que puedan hacerlo lo antes posible. Con su presupuesto, Obama ha escuchado las conclusiones del comité Augustine, que señalaban la inviabilidad del programa Constellation, pero no ha adoptado ninguna de las alternativas propuestas, ni siquiera aquella que parecía más probable. Los números para los próximos 5 años muestran una media de unos 20.000 millones de dólares para la NASA. Cancelado el programa Constellation, que aún se llevará bastante dinero debido los compromisos de cierre contractual con las empresas privadas, la NASA dedicará 7.800 millones de dólares durante cinco años para demostrar nuevas tecnologías, 3.100 millones para conceptos de propulsión y materiales para un nuevo cohete pesado, y 3.000 millones para misiones precursoras automáticas (a la Luna, asteroides, puntos de Lagrange, etc.), que identifiquen futuros objetivos a los que pueda acceder el Hombre. Para lograr todo esto, la agencia pondrá en marcha misiones de 400 a 1.000 millones de dólares que permitan demostrar tecnologías como el almacenamiento y transferencia de combustible en órbita, técnicas avanzadas de encuentro espacial automático, sistemas cerrados de soporte vital, módulos inflables, etc. También se prepararán misiones de menos de 100 millones de dólares para demostraciones de tecnologías como propulsión avanzada o uso de recursos, y se lanzarán sondas de menos de 800 millones de dólares para explorar/demostrar dichas tecnologías en la práctica. Como es natural, el personal de la agencia en los diversos centros, se pregunta cómo les afectará el cambio, y que ocurrirá con las actuales infraestructuras. Sin la lanzadera espacial, estructuras históricas, como las rampas de despegue o los edificios de ensamblaje, se quedarán sin trabajo inmediato. Por otro lado, los astronautas aún van a tener, gracias a la prolongación de la presencia de la NASA en la estación orbital, una serie de misiones en perspectiva, pero si van a ser las compañías comerciales las que se dediquen a transportar astronautas al espacio, los actuales pilotos de la lanzadera espacial posiblemente van a tener que pasar al sector privado. Se propone que las compañías privadas puedan ofrecer soluciones para el lanzamiento de astronautas a la estación a partir de 2016, o quizá antes. Pero eso implica hacer más seguros los cohetes actuales e invertir en los proyectos en marcha (como el Dragon de SpaceX). Los analistas, además, se hacen varias preguntas. Si la NASA se dedica ahora a generar tecnología de uso general para futuras misiones, sin que se sepa cuáles serán éstas y si serán o no aprobadas, se corre el peligro de que no sean utilizadas jamás o que, cuando se necesiten, vuelvan a estar obsoletas. La NASA ha anunciado que abrazará en lo posible la cooperación con otros países, pero hay que cuestionarse si ahora deberán ser éstos los que marquen los objetivos a llevar a cabo. Y lo más importante, ¿volverá a cambiar el paradigma el próximo Presidente de los Estados Unidos? (Foto: NASA)


lunes, 1 de febrero de 2010

La India Prepara Su Cohete Más Potente

El exitoso encendido estático de un enorme motor de combustible sólido, en la India, indica que este país se halla en el buen camino hacia la consecución del cohete que servirá para colocar en órbita a sus satélites más pesados. El motor, llamado S200, es el tercero mayor del mundo, después del RSRM de la lanzadera espacial estadounidense y del P230 del cohete Ariane-5. Se usará en el vector GSLV-Mk III, el más potente de los lanzadores en los que está trabajando la agencia ISRO y que permitirá poner en órbita de transferencia geoestacionaria satélites de hasta 4 toneladas. La prueba estática, realizada el pasado 24 de enero, duró 130 segundos y generó un empuje máximo de 500 toneladas. Los ingenieros controlaron más de 600 parámetros de su funcionamiento, que indicaron que todo había ido bien. El S200, como su nombre indica, contiene 200 toneladas de combustible, repartidas en tres segmentos. Mide 22 metros de largo y tiene 3,2 metros de diámetro. Desarrollado totalmente en la India, demuestra la pericia avanzada por sus diseñadores. Mientras tanto, la agencia ISRO ha ultimado los detalles de su propuesta de programa tripulado, que podría enviar a dos hombres al espacio en 2016. El gobierno debe ahora aprobar la idea, que costaría 120.000 millones de rupias. (Foto: ISRO)

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