El Metano Delata Actividad Geológica o Biológica Actual en Marte
La NASA ha confirmado la presencia de fuentes de metano que emiten hacia la atmósfera marciana, ya detectadas tiempo atrás por la sonda europea Mars Express y telescopios terrestres como el W.M. Keck. Gracias también a la aportación del telescopio infrarrojo de la agencia, la Infrared Telescope Facility, los astrónomos han llegado a la conclusión de que Marte mantiene una actividad, ya sea biológica o geológica, que permite la continuada emisión de este gas. Dado que el metano es destruido en la atmósfera de forma rápida, su presencia delata la existencia de un proceso generador desconocido. Los expertos no han descubierto actividad volcánica en Marte (una fuente de metano en la Tierra), de modo que deben mirar hacia otras opciones. Una posibilidad sería la oxidación del hierro, que lo produce, y otra la presencia actual de microorganismos. En nuestro planeta la mayor parte del metano tiene origen en procesos biológicos. De un modo u otro, queda claro que Marte no es un planeta muerto, ya sea desde el punto de vista geológico o biológico. La importancia de descubrir cuál de las dos opciones es la real podría variar los planes de la NASA en cuanto al lugar de destino de su próximo robot marciano, el MSL. Recientemente retrasado, los técnicos podrían aprovechar el tiempo suplementario para averiguar si su aterrizaje podría realizarse en una zona de emisiones de metano. El MSL estará especialmente pertrechado para detectar pistas sobre la existencia pasada de vida en el planeta, pero la nueva investigación podría implicar la localización de vida actual. De todas maneras, lo más probable es que cualquier hipotética vida miocrobiana se encuentre a gran profundidad, donde el calor ambiental sea suficiente para mantener el agua en estado líquido. En la Tierra hay organismos que viven a entre 2 y 3 km de profundidad, donde la radiactividad natural rompe la molécula de agua en oxígeno e hidrógeno, siendo este último empleado por ellos como fuente de energía. En Marte podría ocurrir algo parecido. Durante el año, los microorganismos producirían metano, que se acumularía y en verano podría escaparse por poros o fisuras. La existencia de metano también es interesante porque existen microbios que viven precisamente de este gas. (Foto: NASA)