Recientes observaciones realizadas con el satélite Suzaku, en el que participan las agencias JAXA y NASA, han sorprendido a los astrónomos. Se creía hasta ahora que las enanas blancas (cadáveres de estrellas semejantes a nuestro Sol) eran más o menos inertes, y que se enfriaban lentamente hasta consumirse. Sin embargo, el vehículo, que trabaja en la gama de los rayos-X, ha estudiado una enana blanca llamada AE Aquarii y ha detectado que emite pulsos de rayos-X de alta energía, a media que gira alrededor de su eje. Este es un comportamiento parecido al de un púlsar, la primera vez que se observa algo así. Los púlsares son estrellas de neutrones, cadáveres de estrellas mucho más masivas que nuestro Sol, que estallaron como supernovas. No podía suponerse que objetos tan distintos tuvieran un comportamiento tan semejante. La AE Aquarii fue observada en octubre de 2005 y octubre de 2006. Se halla en un sistema binario, acompañada por otra estrella, en este caso normal. Gas procedente de esta última es atraído por AE Aquarii, lo cual provoca su calentamiento y la emisión de rayos-X. Esto es habitual, lo que es inesperado es que la enana blanca pulse con rayos-X de alta energía. Dicho pulso coincide con el período de rotación (una vez cada 33 segundos), y por tanto debe estar relacionado con él y su campo magnético. Este último, muy poderoso, acelera partículas cargadas atrapadas hasta casi la velocidad de la luz. La interacción con el campo magnético causa la emisión de los rayos-X de alta energía. (Foto: Casey Reed)