La NASA desiste de momento de continuar los esfuerzos por sacar al robot marciano Spirit de su trampa de arena, ante la inminente llegada del invierno local. La prioridad ahora es intentar garantizar que el vehículo reciba la máxima cantidad posible de energía solar para que sus sistemas permanezcan activos y no sucumban al frío. Ante tal urgencia, la agencia ha declarado al Spirit como plataforma fija. Dejando atrás que una vez fue un robot móvil, los científicos tratarán ahora de explotar su presencia en la superficie de Marte, utilizando su instrumental como lo harían con cualquier otra sonda que hubiera aterrizado en ese mismo lugar. Con esta declaración, los controladores intentarán posicionar al vehículo de forma favorable para que sus paneles solares reciban la luz del Sol, cada vez más bajo en el horizonte, aunque ello signifique enterrar más algunas de sus ruedas en la arena para lograr una inclinación adecuada. Si el Spirit supera con éxito el invierno, algo que aún está por ver, se dedicará a fotografiar y analizar los alrededores, labor que podría hacer aún durante meses y años. El robot quedó atrapado en su actual posición hace unos 10 meses. Debido a la falta de movilidad de una de sus seis ruedas, que básicamente arrastraba, se hizo muy difícil salir de la trampa de arena. Todos los movimientos realizados hasta la fecha habían significado empeorar la situación. Peor aún, en noviembre, otra de las ruedas dejó de funcionar. Los controladores obtuvieron algunos buenos resultados últimamente, pero la llegada del invierno ha cambiado las cosas. Es mejor renunciar a salir del lugar que arriesgarse a que la falta de energía por una deficiente iluminación de los paneles solares mate al vehículo definitivamente. A mediados de febrero, de hecho, no habrá energía suficiente para mover las ruedas, así que los últimos esfuerzos deben estar dirigidos a intentar alcanzar una inclinación más favorable. Actualmente, el Spirit está ligeramente inclinado hacia el sur. Pero el sol invernal se mueve por el cielo del norte, así que es necesario reducir la inclinación hacia el sur para maximizar la iluminación de los paneles fotovoltaicos. Es decir, es preciso levantar la parte trasera del vehículo, o su lado izquierdo, o ambas cosas. Se intentará pues conducir hacia atrás y por la pendiente, y si es necesario, se puede excavar un agujero para dejar caer la rueda delantera derecha en él. En su actual posición, el Spirit no tendrá seguramente energía suficiente para continuar comunicándose con la Tierra durante el invierno, incluso sin hacer nada. Una mejora en la inclinación podría resolver la cuestión. Y mantener el contacto es muy recomendable porque así los controladores podrán ver evolucionar las temperaturas en los sistemas electrónicos, y activarlos o no para mantenerlos calientes, así como encender los calentadores disponibles. Los científicos, por su parte, dan la bienvenida a la disponibilidad de una plataforma estacionaria. Creen que pueden hacer cosas que no podían realizar con un vehículo móvil. Por ejemplo, se podrán estudiar irregularidades en la rotación de Marte para obtener información del interior del planeta, algo que precisa de meses de mediciones desde un punto fijo de la superficie. Además, el brazo robótico del Spirit podrá estudiar variaciones en la composición del suelo próximo, se podrá analizar cómo afecta el viento a las partículas que lo componen, etc. El Spirit, que debía funcionar durante 3 meses, ha trabajado desde enero de 2004, convirtiéndose en una de las misiones más exitosas de la historia. Se ha desplazado a lo largo de 20 km y ha tomado 133.000 imágenes. (Foto: NASA/JPL-Caltech)