Informe ISS
La tripulación de la estación espacial internacional se prepara para la llegada de una nueva pieza para ella. El 6 de octubre, fueron informados de las posibilidades de que un escombro orbital pasara muy cerca del complejo. La NASA advirtió de la posibilidad de una variación en los horarios para que los astronautas pudieran estar listos para introducirse en sus respectivas cápsulas Soyuz en caso necesario. Pero el posterior seguimiento del resto de chatarra permitió afirmar que la situación no sería peligrosa, de modo que se desestimó cualquier medida al respecto. El objeto medía 5 cm de diámetro. Más allá de este incidente que se quedó en anécdota, los astronautas llevan varios días preparando la llegada del módulo ruso MRM-2, bautizado como Poisk, y también del transbordador Atlantis. Situado sobre su cohete Soyuz, el Poisk fue trasladado a la rampa de despegue el 8 de noviembre, con un lanzamiento previsto para el día 10. Si todo va bien, se acoplará a la estación el 12 de noviembre, junto al puerto de atraque superior del módulo Zvezda. Por su parte, el Atlantis debería despegar el 16 de noviembre, con un acoplamiento el día 18. El Poisk es un módulo que será llevado a la ISS gracias al sistema de impulsión y control de una nave Progress. Se parece mucho al Pirs que ya se halla en el complejo. Una vez unido a él, el módulo de servicio Progress será separado. En el futuro, otros vehículos rusos Soyuz y Progress podrán unirse al Poisk. Además, servirá como esclusa estanca para salidas extravehiculares y como plataforma para instalar experimentos en el exterior. El vuelo del Poisk se ha aprovechado para transportar suministros en su interior. Los astronautas han continuado asimismo sus tareas científicas y de mantenimiento a bordo de la estación. Siguen los problemas con el sistema de reciclaje del agua, cuyo funcionamiento está siendo revisado. (Foto: Energia)
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