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viernes, 17 de septiembre de 2010

Europa Quiere Aterrizar en la Luna

La Agencia Espacial Europea, con la cooperación de Canadá, se está tomando muy en serio la posibilidad de enviar una sonda al polo sur de la Luna, en busca de un lugar ideal para una futura visita tripulada. Esta zona se halla permanentemente iluminada por el Sol, y además parece tener cerca un recurso imprescindible: hielo de agua. Pero la región es muy peligrosa, está llena de rocas y picos escarpados, y el vehículo tendría que ser capaz de aterrizar con una precisión muy elevada (quizá en 2018). Debido al reto tecnológico que ello supone, la agencia ha empezado a otorgar contratos que evalúen esta cuestión y proporcionen una visión general de cómo debe ser la nave y su misión. La ESA ha contratado a la empresa EADS-Astrium para llevar a cabo esta tarea. Durante 18 meses, se estudiarán y probarán las tecnologías claves para que el proyecto se haga realidad. El diseño final estaría listo en 2012, momento en que se tendrá que tomar la decisión de construirlo o no. (Foto: ESA)

ESA

jueves, 16 de septiembre de 2010

Un Año de la LRO

La sonda lunar de la NASA LRO superó el 16 de septiembre su primer año dedicado a la exploración de la superficie de nuestro satélite. Situada a unos 50 km de altitud, ha desarrollado una labor básicamente fotográfica, con obtención de vistas en alta resolución. Originalmente, la misión fue diseñada para localizar puntos adecuados para el aterrizaje de futuras naves tripuladas y no tripuladas. También ha medido las temperaturas lunares y los niveles de radiación. A partir de ahora, la sonda prestará más atención a objetivos concretos para realizar investigaciones científicas, labor que se prolongará hasta el mes de marzo de 2011. Después, el vehículo continuará girando alrededor de la Luna durante dos a cuatro años más, prolongando su meta de levantar un mapa de su superficie lo más preciso posible. La LRO transporta siete instrumentos y ya ha transmitido más información que todas las misiones planetarias anteriores juntas. (Foto: NASA)

LRO

Acuerdo Para Comercializar la Cápsula CST-100

Las compañías Boeing Company y Space Adventures, Ltd. han anunciado un acuerdo conjunto por el que colaborarán en la comercialización de vuelos tripulados comerciales a la órbita terrestre. Space Adventures, conocida por haber gestionado con sus socios rusos varios vuelos de turistas a la estación espacial internacional, quiere aprovechar los trabajos de Boeing alrededor de una cápsula llamada CST-100, la cual podrá usarse para llevar personal a la ISS o para vuelos independientes en órbita baja. Space Adventures se ocupará de comercializar asientos a bordo de la CST-100, dando oportunidad a que turistas, representantes de empresas, científicos, etc., puedan viajar al espacio. La cápsula está ahora en desarrollo, por lo que aún se sabe cuánto costará una plaza a bordo. Con una capacidad para siete personas, será lanzada a bordo de cohetes Delta-4, Atlas-5 o Falcon-9, y se espera que esté operativa en 2015. (Foto: Boeing)

Space Adventures

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Elegida la Tripulación de la Misión STS-334

La última misión prevista para el transbordador espacial estadounidense es la STS-134 Endeavour, que debería volar en febrero de 2011 llevando a bordo el espectrómetro AMS. Siguiendo su política de seguridad, sin embargo, la NASA preparará otro vehículo que será lanzado en caso de que el anterior se vea imposibilitado de regresar. La agencia ha anunciado ahora la tripulación que tendría esta misión de rescate, llamada STS-334 Atlantis, y cuatro serían los astronautas que volarían en ella, una tripulación mínima para permitir el retorno de sus compañeros junto a ellos. El comandante de la STS-334 será Chris Ferguson, y con él viajarán el piloto Doug Hurley y los especialistas de misión Sandy Magnus y Rex Walheim. Así pues, si el Endeavour se dañara y no pudiera volver a la Tierra, permanecería unido a la estación espacial internacional, a la espera de que en junio pudiera partir el Atlantis hacia ella para rescatar a sus astronautas. Como es lógico, la STS-334 sólo despegará si es necesario, pero la NASA aún tiene la esperanza de que el Congreso apruebe la realización de una misión más de la lanzadera (STS-135), la cual utilizaría al propio Atlantis para llevar suministros y recambios a la ISS el mismo mes de junio de 2011. Naturalmente, la agencia tendría entonces que preparar otro vehículo para un hipotético rescate (STS-335), para lo cual se utilizarían elementos aún disponibles, como un viejo tanque externo no utilizado hasta la fecha. Mientras tanto, la NASA tiene previsto enviar al Discovery (STS-133) a la rampa de lanzamiento 39A el próximo 20 de septiembre, después de ser ensamblado junto a su tanque externo y aceleradores sólidos en los últimos días. Su despegue está previsto para el 1 de noviembre. El Discovery llevará seis astronautas, un módulo llamado PMM, que quedará unido a la estación y que contiene al Robonauta 2, y una plataforma con recambios (ELC-4). (Foto: NASA/Dimitri Gerondidakis)

Shuttle

lunes, 13 de septiembre de 2010

La Progress M-07M Llega a la Estación Espacial

Con un par de jornadas de retraso debido a la mala meteorología, Rusia lanzó por fin al espacio una nueva nave de carga en dirección a la estación espacial internacional. La Progress M-07M (39P) despegó desde el cosmódromo de Baikonur a las 10:22 UTC del 10 de septiembre, a bordo de un cohete Soyuz-U, y alcanzó su órbita preliminar como estaba previsto. A bordo transportaba dos toneladas y media de suministros para la actual expedición de larga duración en la ISS. Con los paneles solares abiertos y las antenas desplegadas, la Progress utilizó sus motores para ajustar su trayectoria, que finalmente la llevó a las inmediaciones del complejo orbital. Esperando su llegada, los astronautas rusos de la estación prepararon el sistema de control remoto TORU, en caso de que fuera necesario tomar los mandos durante el acercamiento de la nave. La Progress, sin embargo, utilizó sin dificultades su sistema automático para efectuar la aproximación final y el acoplamiento, que se llevó a cabo a las 11:58 UTC del 12 de septiembre. El vehículo se unió al puerto delantero del módulo Zvezda, donde días antes había estado su antecesora, la M-06M. A diferencia de esa anterior misión, no se produjeron las interferencias en las comunicaciones que abortaron y retrasaron el acoplamiento. Una vez asegurada la M-07M junto al puerto de atraque, la tripulación inició los preparativos para abrir las escotillas e iniciar la transferencia de suministros, que incluyen alimentos frescos, agua, aire, oxígeno, recambios, experimentos, utensilios personales (ropa...) y combustible. La nueva Progress permanecerá en la estación hasta el 20 de diciembre. Ahora, la prioridad será la marcha de tres de los tripulantes (Skvortsov, Kornienko y Caldwell Dyson), que ya llevan medio año en el espacio y deben regresar a la Tierra. Su salida ocurrirá el 23 de septiembre, mientras que la llegada de aquellos que los reemplazarán se producirá el 9 de octubre, después de un lanzamiento dos días antes. Por su parte, la próxima nave de carga (40P) despegará el 27 de octubre. (Foto: NASA TV)

ISS

Hace 50 Años (78): Discoverer-15

La euforia de los dos vuelos anteriores quedará rápidamente aplacada con esta nueva misión Corona. La psicosis de la existencia de un desequilibrio en el número de misiles poseído por ambas superpotencias está obligando a los Estados Unidos a intentar obtener rápidamente información sobre la certeza o no de estas suposiciones, que pueden marcar la política de inversiones militares de los próximos meses. Así, mientras Khrushchev se vanagloria de que sus factorías producen misiles “como salchichas”, la CIA y la USAF tratan de enviar al espacio con la mayor celeridad posible nuevos ejemplares de sus satélites espía. El próximo, el Discoverer-15, despega normalmente desde Vandenberg el 13 de septiembre de 1960. Tras alcanzar el espacio, empieza su crucial tarea de obtención de fotografías. Sin embargo, en esta ocasión la telemetría indica un uso excesivo del gas a presión utilizado para estabilizar el vehículo. Al principio esto sólo es motivo de intranquilidad, pero cuando la película se agota y la cápsula SRV-106 se separa, en la órbita 17, queda claro que no hay bastante gas para la orientación perfecta de la nave antes de accionar el retrocohete. El principal problema que ello implica es que, aunque la reentrada se efectúa, la cápsula cae a casi 1.500 km del punto programado. Después de horas de búsqueda, la SRV-106 es localizada flotando en el océano. Aunque un hidroavión trata de posarse cerca, no lo consigue debido a que este último está demasiado encrespado. Poco después, anochece y cae una gran tormenta. Al día siguiente, la nave ha desaparecido en las profundidades. La válvula que permite su hundimiento automático en caso de no ser hallada en un plazo razonable de tiempo, se inunda y actúa. La misión ha obtenido resultados, pero éstos no han podido llegar a su destino. (Foto: USAF)
-Número de Lanzamiento COSPAR: 1960-Mu
-Número SSC: 00057
-Hora de Lanzamiento: 22:14 UTC
-Zona de Lanzamiento: Vandenberg 75-3-5 (SLC-1E)
-Nombre de la Carga Util: Discoverer-15 (KH-1, Corona 9010) (OPS-1038) (Coffee Call)
SRV-106
-Masa al despegue: 863 kg
-Organización Responsable: AFBMD/CIA (EEUU)
-Lanzador: Thor-Agena-A (Thor-246, 59-2367 / Agena 1058) (DM-1812-3)
-Orbita Inicial: 199 por 761 km, inclinación 80,9 grados, período 94,2 minutos
-Reentrada: 18 de Octubre de 1960.

Lanzado el Satélite Michibiki

Japón ha lanzado su primer satélite pensado para mejorar la calidad de los servicios de posicionamiento global y navegación de las redes de satélites GPS y GLONASS, en su región de influencia. Una constelación de satélites llamados QZSS (Quasi-Zenith Satellite System), situados en órbitas muy particulares, transmitirán señales de navegación que aumentarán la precisión necesaria para determinados servicios, tanto en superficie como en zonas montañosas y edificios altos, donde las transmisiones de los GPS quedan a menudo bloqueadas por la relativa baja altitud de los satélites. Hasta tres serán colocados en órbitas complementarias, asegurando una cobertura adecuada de la región. El primero, construido por Mitsubishi Electric y con un peso de 4.100 kg, fue lanzado el 11 de septiembre desde la base de Tanegashima. Un cohete H-IIA 202 (F18) despegó a las 11:17 UTC llevando a bordo al QZSS-1, rebautizado una vez en el espacio como Michibiki. Después de pasar por una órbita baja provisional, fue impulsado hasta una órbita de transferencia geosincrónica, que posteriormente el propio satélite se ocupará de convertir en mucho más circular (aunque aún un tanto elíptica). A diferencia de los satélites de comunicaciones geoestacionarios, cuya inclinación es paralela al ecuador, los QZSS tendrán una órbita muy inclinada (45 grados) para garantizar una buena cobertura del Japón y de otras partes de Asia y Oceanía. Las señales de navegación se transmitirán mediante un sistema en banda L, si bien el vehículo transporta también una carga en banda C para comunicaciones. La misión intentará demostrar el concepto. Si funciona bien, entonces la JAXA decidirá el lanzamiento de los otros dos satélites, que garantizarán una cobertura próxima al 99,8 por ciento del tiempo, frente al 90 por ciento actual. (Foto: JAXA)

Michibiki