notesp

viernes, 25 de septiembre de 2009

Agua en la Luna y Marte

La NASA ha dado a conocer los resultados de varias misiones científicas que han confirmado la existencia de agua tanto en la Luna como en Marte. Aunque hace mucho que se sospecha que hay hielo de agua en los polos lunares, en el interior de cráteres donde reinan sombras perpetuas, las pruebas no han sido del todo convincentes. Las actuales misiones LRO y LCROSS tratarán de sacarnos de dudas en breve, pero otros vehículos ya han trabajado lo suficiente para certificar que efectivamente hay agua en esas zonas. Es el caso de un instrumento de la NASA instalado en la sonda Chandrayaan-1 de la India, cuya misión finalizó recientemente. Dicho instrumento, el espectrómetro infrarrojo llamado M3 (Moon Mineralogy Mapper), encontró moléculas de agua en los polos, en cantidades significativas pero no muy grandes. Además de moléculas de agua, se hallaron otras de hidroxilo (compuestas por un átomo de oxígeno y otro de hidrógeno). Los resultados fueron confirmados por observaciones previas efectuadas por la sonda Cassini, durante uno de sus sobrevuelos, y por la EPOXI. Pero que haya agua en la Luna no quiere decir que se halle formando lagos o estanques. Las moléculas de agua se encuentran mezcladas con el polvo y la roca lunar, en la superficie inmediata del satélite. Las hay en zonas iluminadas por el Sol, pero en las que están permanentemente en sombras, en los polos, la señal es mucho más fuerte. Podría haber 1.000 moléculas de agua por cada millón de suelo lunar. Es decir, si un dispositivo minero procesara una tonelada de suelo superficial, obtendría 907 gramos de agua. Mientras tanto, el estudio de las imágenes enviadas por la sonda marciana MRO ha permitido detectar la presencia de agua helada en zonas donde se produjeron impactos recientemente. Los meteoritos excavaron el suelo en al menos cinco lugares, y ello expuso el hielo brillante situado en el subsuelo, a entre 50 cm y 3 metros de profundidad. Los cráteres no existían antes y se produjeron durante el choque de pequeños meteoritos procedentes del espacio. Con el paso de las semanas, el hielo expuesto se fue vaporizando y la zona afectada se oscureció. En uno de los casos la zona fue lo bastante grande como para que los instrumentos de la MRO pudiesen medir la presencia del hielo. Los científicos saben de la existencia de agua subterránea en las zonas polares de Marte. Pero estos cráteres jóvenes se localizaron en latitudes intermedias, lo que indica que también hay agua más cerca del ecuador de lo que se creía. Se piensa que este hielo procede del clima húmedo que pudo existir en Marte hace varios miles de años. Gracias a una cámara especial, los científicos pueden almacenar imágenes constantemente, y compararlas en busca de cambios en la superficie. (Fotos: ISRO/NASA/JPL-Caltech/USGS/Brown Univ.)

Chandrayaan

El Primer Falcon-9 Llevará un Prototipo de la Cápsula Dragon

La compañía Space-X se halla en la recta final de los preparativos para el lanzamiento inaugural de su cohete Falcon-9. Será un vuelo de prueba, pero la empresa no va a dejar el vehículo sin carga, ya que planea situar en su morro un prototipo de su futura cápsula Dragon, la cual se empleará para el envío de personas y suministros a la estación espacial internacional, en el marco del programa COTS de la NASA. Space-X tiene muy avanzado el diseño de la citada cápsula, y ha decidido que las primeras misiones del cohete Falcon-9, antes que éste sea usado para vuelos comerciales, lleven a bordo diversas encarnaciones de la Dragon, garantizando así a los ingenieros la mayor cantidad posible de información en cuanto a comportamiento aerodinámico durante el ascenso, subsistemas, etc. Durante la primera misión del Falcon-9 volará un modelo de la cápsula desarrollado originalmente para pruebas en tierra. Carecerá de aviónica y motores, por lo que no podrá maniobrar una vez en órbita. El lanzamiento podría llevarse a cabo el 29 de noviembre, aunque la empresa no lo ha confirmado. Si éste va bien, en 2010 se efectuará tres vuelos de prueba más, con versiones completas de la cápsula. Por ejemplo, durante la segunda misión del Falcon-9, una Dragon dará cuatro órbitas y media alrededor de la Tierra probando su sistema de maniobra, las comunicaciones y la reentrada. El siguiente maniobrará hasta las cercanías de la estación y el último vuelo de prueba se acoplará a ella. En 2011 la Dragon estará preparada para iniciar las misiones de carga para las que ha sido contratada por la NASA. (Foto: Space-X)


La MRO Permanece Inactiva

La sonda marciana MRO de la NASA sigue en modo seguro desde que sufriera un fallo en sus sistemas en agosto. No es habitual que un vehículo espacial permanezca tanto tiempo en esta situación, pero la MRO experimentó diversos problemas de forma consecutiva y los ingenieros quieren entender bien qué está ocurriendo con ella. En las tres primeras ocasiones (la primera en febrero) que el ordenador de la sonda se reinició sin motivo aparente o transfirió sus operaciones al de reserva, los controladores sacaron a la MRO del modo seguro en poco tiempo. En busca de la causa principal de las anomalías, los ingenieros quieren asegurarse que el problema queda resuelto de forma definitiva, ya que un fallo simultáneo en ambos ordenadores podría hacer perder la nave. Mientras tanto, el vehículo permanece sin poder llevar a cabo su actividad científica habitual. (Foto: JPL)

MRO

jueves, 24 de septiembre de 2009

Informe ISS

La nave de carga Progress M-67 abandonó la estación espacial internacional el 21 de septiembre, como estaba previsto. Vacía de suministros y cargada con la basura generada a bordo del complejo, se situó a cierta distancia de él, para maniobrar después hacia una órbita independiente desde la que llevará a cabo varios experimentos de la serie Plasma-Progress en el ámbito de la geofísica. El 27 de septiembre reentrará finalmente en la atmósfera para su destrucción sobre el océano Pacífico. Mientras tanto, los tripulantes de la estación se han mantenido muy ocupados transfiriendo suministros desde el vehículo logístico japonés HTV. El 23 de septiembre, además, movieron varios experimentos traídos por este último hasta su posición en el vacío del espacio, junto al módulo Kibo. Utilizaron el brazo robótico Canadarm-2 para extraer una plataforma de la zona no presurizada del HTV, la cual fue transferida al brazo japonés, que se encargó de unirla a la zona externa del Kibo. El siguiente paso sería mover los experimentos individuales desde la citada plataforma hasta su posición definitiva. La plataforma vacía será recolocada en el HTV antes de que éste sea enviado a su destrucción, a finales de octubre o principios de noviembre. Barratt y Padalka, por su parte, empezaron a almacenar equipos en la cápsula Soyuz TMA-14, que usarán el 10 de octubre para regresar a casa. (Foto: NASA TV)


Lanzado el Oceansat-2

La India ha lanzado un nuevo satélite de observación de la Tierra. El despegue se produjo a las 06:21 UTC del 23 de septiembre, desde el centro de Satish Dhawan, en Sriharikota, mediante un cohete PSLV-CA (C14). El llamado Oceansat-2 fue situado en una órbita heliosincrónica y estará dedicado a vigilar los océanos y la atmósfera gracias a sus instrumentos. Entre ellos se incluye una cámara de 8 bandas (OCM, de 360 metros de resolución) y un radar. Italia colabora con un receptor GPS. El satélite pesó 960 kg al despegue y fue inyectado en una órbita a 728 km de altitud. Sus paneles solares se abrieron normalmente y el vehículo comunicó de inmediato con el centro de control. Además del Oceansat-2 viajaban a bordo seis pequeños nano/pico satélites, cuatro de los cuales fueron desplegados 45 segundos después de la carga principal. Se trata de 4 Cubesats, llamados UWE-2, BEESAT, ITU-p-SAT-1 y SwissCube. El primero es propiedad de la universidad alemana Julius-Maximilians-Universitat Wurzburg, el segundo es también alemán, de la Technische Universitat Berlin, el tercero es turco, de la Istanbul Teknik Universitesi, y el cuarto pertenece a la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne, en Suiza. El UWE-2 pesa aproximadamente 1 kg, como sus compañeros, y se usará para ensayar protocolos de Internet en el espacio. El BEESAT probará tecnología de orientación para futuros picosatélites. El satélite turco, por su parte, ensayará un sistema de estabilización y tomará fotografías de la Tierra. Por último, el SwissCube estudiará la fotoluminiscencia de la atmósfera a 100 km de altitud. Las otras dos cargas, las alemanas Rubin-9.1 y 9.2, de 8 kg cada una, quedaron unidas a la etapa superior del cohete y operarán en un sistema de identificación marítima (AIS). (Foto: ISRO)


Hace 50 Años (51): Pioneer (P-1)

La lógica adopción del misil intercontinental Atlas como primera fase de un lanzador de sondas lunares e incluso interplanetarias fue sugerida por primera vez en el seno de la NASA por Abe Silverstein, director de la Oficina de Desarrollo de Vuelos Espaciales, en el otoño de 1958. Más o menos un año después, la agencia espacial estadounidense se dispone a realizar su primer intento de exploración lunar con el nuevo vehículo. Cuando la NASA demostró su interés hacia el Atlas para utilizarlo como etapa I de un nuevo sistema de lanzamiento de sondas, entró en contacto con las Fuerzas Aéreas y éstas proporcionaron los misiles necesarios. En aquellos momentos, se preveían cuatro lanzamientos utilizando la configuración Atlas-Able-IV. Dos de las sondas serían lanzadas hacia la Luna para intentar orbitarla, y otras dos realizarían un viaje en dirección a Venus, algo que nadie había intentado todavía. Pero los planes encaminados a realizar dichas misiones tuvieron que ser cambiados. El repentino éxito del Luna-1 no dejaba posibilidad de error, así que todos los vuelos se asignaron al asalto lunar. Comparado con el Thor-Able o el Juno-II, existe la impresión de que el Atlas-Able será la configuración idónea para ser usada en el nuevo programa y que habrá grandes posibilidades de éxito. Teóricamente, un Atlas-Able puede enviar 680 kg en órbita baja alrededor de la Tierra, ó 227 kg en una trayectoria de impacto contra la Luna (por tanto, sin motor de frenado). En cuanto a la sonda, la NASA, sin abandonar el heredado proyecto Pioneer, ha encargado a la compañía Space Technology Laboratories la construcción de varios vehículos adaptables a la etapa Able. Incorporando el motor de inyección alrededor de nuestro satélite, la masa que el Atlas-Able puede lanzar en trayectoria translunar desciende hasta los 175 ó 180 kg, pero aún existe un margen suficiente comparándolo con las prestaciones del Thor-Able (la Pioneer-1, completa, apenas alcanzó los 40 kilogramos). La empresa STL ha construido pues varias sondas que, tomando como punto de partida las Pioneer iniciales, incorporan una mayor cantidad de instrumentos y el nuevo motor de inyección lunar. Externamente, ofrecen el aspecto de esferas de aluminio equipadas con cuatro pequeños paneles solares. Pesan 176 kg y miden aproximadamente 1 metro de diámetro. Es la primera vez que se utilizan paneles solares para producir energía eléctrica a bordo de una nave espacial. Hasta este momento sólo se habían usado células pegadas a la limitada superficie del propio vehículo, mientras que ahora se han instalado más de un millar por cada panel. La Pioneer/Atlas lleva también en su interior varias baterías de níquel-cadmio que se recargan mediante los mismos paneles solares, prolongando así la vida de los instrumentos. Además de las baterías, diverso equipo se agolpa dentro: contadores de radiación, una cámara de ionización, un medidor Geiger para flujos radiactivos, magnetómetros, una sonda plasmática, un espectrógrafo, etcétera. Tampoco puede faltar el indispensable transmisor y varios sensores térmicos que accionarán un mecanismo exterior para regular la temperatura interna de la cápsula a partir del momento en que ésta sobrepase los 21 grados C. Un complicado sistema de superficies móviles, pintadas alternativamente en blanco y azul, pueden desplazarse sobre el exterior de la sonda, actuando bajo el principio de reflexión y absorción de calor, regulando así artificialmente la temperatura interna. Completa la instrumentación de la Pioneer el retrocohete. Aunque el objetivo prioritario de las nuevas Pioneer es orbitar la Luna, no se han instalado dispositivos fotográficos a bordo. Se considera que la masa necesaria asociada a un instrumento capaz de captar imágenes sobrepasa las limitaciones impuestas por el resto del instrumental. El valor psicológico de una primera misión es muy elevado. Por tanto, las labores de verificación de todos los sistemas revisten una importancia suprema. Normalmente, los cohetes son erigidos en sus rampas de lanzamiento para efectuar chequeos y comprobaciones de sus sistemas, motores y equipos, varios días antes del propio despegue. Mientras tanto, los satélites o sondas son mantenidos en lugar protegido durante el tiempo necesario hasta poco antes del inicio de la misión. Con el vector Atlas-Able-IVA situado ya en la rampa de lanzamiento número 12, se decide efectuar una prueba estática de los motores de la primera fase para asegurar su perfecto funcionamiento. Durante la operación, realizada el 24 de septiembre de 1959, el Atlas-9C estalla envuelto en llamas, destruyéndose dramática y totalmente a sí mismo y haciendo lo propio con parte de las instalaciones. Afortunadamente, la sonda Pioneer (P-1) no se hallaba aún instalada en el interior de la cofia, sobre el vehículo. El problema da lugar a la consecuente investigación: una tubería de combustible se había roto y éste se había inflamado. La explosión del Atlas-9C destroza la rampa de lanzamiento, por lo que ésta tendrá que permanecer fuera de servicio durante más de 5 meses. Con el uso de Atlas operativos (Atlas-D), se espera acabar con muchos de estos problemas, ya que el Atlas-C, aunque casi idéntico, pertenece a una generación anterior, preoperativa. El suceso será algo embarazoso para la NASA, puesto que Khrushchev se encuentra en estos momentos en el país, y mientras el Atlas explota, el Luna-3 se prepara para fotografiar la cara oculta de nuestro satélite.
-Zona de Lanzamiento: Cabo Cañaveral LC12
-Nombre de la Carga Util: Pioneer (P-1)
-Masa al despegue: 176 kg
-Organización Responsable: NASA/AFBMD (EEUU)
-Lanzador: Atlas-9C-Able-IVA
Para los técnicos de la época, el Atlas-Able ofrece un aspecto imponente. Su primera etapa, un Atlas-C o D (su versión para el programa espacial se llama simplemente LV-3, vehículo de lanzamiento número 3, LV-3A unido a una etapa superior), mide casi 22 metros de altura, 3 metros de diámetro y pesa 117.780 kg al despegue. En su base, se monta un sistema de propulsión MA-1 (Atlas-C) o MA-2 (Atlas-D), compuesto por dos aceleradores laterales, un motor central o "sustainer", y dos pequeños vernier para corrección y estabilización. El sistema de propulsión proporciona un empuje de 1.601.280 Newtons y consume oxígeno líquido y queroseno RP-1. Convair construye el Atlas y Rocketdyne los motores. Sobre el Atlas, descansan las dos etapas Able ya utilizadas anteriormente en el cohete Vanguard y en el lanzador Thor-Able. La primera de ellas mide 5,3 metros de altura y pesa 2.265 kg al despegue. Su motor AJ10-101A proporciona 33.360 Newtons de empuje y consume WFNA y UDMH. Su constructor es la empresa Space Technology Laboratories, mientras que el motor lo monta Aerojet-General. La tercera etapa del lanzador base es un motor sólido Altair X-248 de 13.344 Newtons de empuje que mide casi 2 metros de altura y pesa 390 kg durante el despegue. El Alleghany Ballistics Laboratory (ABL) se responsabiliza de la construcción de dicha etapa. Para esta misión lunar, el Atlas-Able va equipado con una cuarta etapa de 1.930 Newtons de empuje que consume hidracina como combustible, de apenas 0,7 metros de alto y 154 kg de peso. Será utilizada para inyectar a la Pioneer en órbita lunar. Para que la sonda quede atrapada en el campo gravitatorio de la Luna, debe ser proyectada en una trayectoria adecuada, para lo cual será usada la cuarta etapa del lanzador. En la rampa de lanzamiento, el Atlas-Able pesa 120.589 kg y mide 30 metros de altura. Por supuesto, es la primera vez que un misil intercontinental Atlas es unido a una etapa superior.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

El Ares-I-X Volará el 27 de Octubre

La NASA ha adelantado la fecha del lanzamiento de su cohete Ares-I-X, el prototipo experimental del vector que debería lanzar la futura cápsula Orion. La disponibilidad de las instalaciones de seguimiento y control, responsabilidad de la US Air Force, permitirán un despegue el 27 de octubre. Anteriormente se esperaba un lanzamiento el 31 de octubre. Sin embargo, la NASA sólo dará luz verde definitiva a la nueva fecha tras la revisión de vuelo prevista para el día 23. Mientras tanto, el vehículo permanece completamente montado sobre su plataforma móvil, y espera en el interior del VAB (edificio de ensamblaje de vehículos). Los ingenieros han conectado la alimentación eléctrica de los sistemas, que están siendo chequeados. También se realizarán simulaciones de la cuenta atrás. Si todo va bien, el Ares-I-X será llevado a la rampa 39B el próximo 19 de octubre. (Foto: NASA)


El Discovery Regresa a Florida

El transbordador Discovery llegó el 22 de septiembre a Florida procedente de California, a bordo del transporte SCA (Shuttle Carrier Aircraft). El Discovery aterrizó el 11 de septiembre tras visitar la estación espacial internacional, debido al mal tiempo en el centro espacial Kennedy. Fue situado sobre el Boeing 747 modificado y partió desde la base de Edwards el domingo día 20. (Foto: NASA/Kim Shiflett)


martes, 22 de septiembre de 2009

Informe ISS

El astronauta Frank De Winne dedicó casi hora el 21 de septiembre a una clase escolar muy especial. Trabajando desde el interior del módulo europeo Columbus y transmitiendo en directo vía televisión, efectuó un experimento seguido por cientos de escolares situados en cuatro museos científicos. El experimento consistía en averiguar si los objetos tienen peso en el espacio. La señal fue recibida en el centro Erasmus de la ESA, y retransmitida a los museos, en Barcelona (España), Tesalónica (Grecia), Milán (Italia) y Mechelen (Bélgica). Previamente, los cuatro museos habían permitido el seguimiento de un programa especial de tres horas, durante el cual los estudiantes efectuaron el experimento por sí mismos, se dieron conferencias, etc. (Foto: NASA TV)


lunes, 21 de septiembre de 2009

Informe ISS

Como estaba previsto, los miembros de la expedición número 20 de la estación espacial internacional entraron en el módulo de carga japonés HTV el viernes 18 de septiembre, a las 18:23 UTC. Después de revisar el estado del vehículo, se iniciaron las tareas de traslado de suministros. Dado que se espera que permanezca unido al complejo durante varias semanas (puede estar más de 50 días junto a él), cuando esté vacío los astronautas aprovecharán su volumen presurizado interior para llenarlo de basura. Además, se empleará el brazo robótico Canadarm-2 y el brazo japonés del módulo Kibo para extraer de su interior no presurizado varios experimentos que serán instalados en la plataforma exterior del propio Kibo. Mientras tanto, los astronautas prepararon la salida de la nave de carga rusa Progress 34P, prevista para el 21 de septiembre. Sería situada en una órbita independiente para realizar experimentos de ingeniería, y enviada a su destrucción el día 27.

ISS

Astronautas Para la Misión STS-133

Aunque todo depende de la decisión definitiva que tome la Administración Obama en cuanto al futuro del programa tripulado estadounidense, el cual podría incluir una prolongación de los vuelos de la lanzadera espacial, la NASA acaba de anunciar los astronautas que viajarán en la que de momento es considerada última de las misiones de este vehículo, la STS-133. Prevista para septiembre de 2010, deberá volar hacia la estación espacial internacional con un módulo logístico. La nave transportará una tripulación totalmente estadounidense y será comandada por el veterano Steven W. Lindsey. Como piloto se ha seleccionado a Eric A. Boe, y los especialistas de misión serán Benjamin Alvin Drew, Michael R. Barratt, Timothy L. Kopra y Nicole P. Stott. A destacar que Lindsey es el actual jefe de la oficina de astronautas, y que por tanto será sustituido por Peggy A. Whitson a partir de octubre. Barratt y Stott se hallan ahora mismo en la estación y Kopra acaba de regresar de ella. (Foto: NASA)


Primeros Resultados del Planck

El observatorio europeo Planck ha empezado a enviar resultados preliminares, después de la fase de calibración. Dichos resultados indican que la calidad de los datos es excelente. Esto es una buena señal de cara al análisis de todo el cielo que acaba de comenzar. Planck comenzó a inspeccionar el cielo desde su posición avanzada en el segundo punto de Lagrange del sistema Sol-Tierra, L2, el pasado 13 de Agosto, cuando se terminó de ajustar sus instrumentos para obtener un óptimo rendimiento. El observatorio de microondas de la ESA es la primera misión europea diseñada para estudiar la Radiación Cósmica de Fondo de Microondas, la radiación fósil del Big Bang. Tras su lanzamiento el pasado 14 de Mayo, comenzaron las comprobaciones de los diferentes subsistemas del satélite, a la vez que se enfriaban los detectores de sus instrumentos. Los detectores buscan variaciones en la temperatura de la Radiación Cósmica de Fondo, que son del orden de la millonésima parte de un grado (esto es comparable a medir desde la Tierra el calor que desprende un roedor sentado en la Luna). Para conseguir esto, los detectores de Planck deben permanecer a una temperatura extremadamente baja, en alguno de ellos incluso cerca del cero absoluto (-273.15°C, o cero Kelvin, 0K). Tras completar las comprobaciones de los subsistemas y optimizar la puesta en servicio de los instrumentos, la calibración inicial terminó la segunda semana de Agosto. La búsqueda de la ‘primera luz’, que comenzó el pasado 13 de Agosto, consistió en una observación continua del cielo durante dos semanas. Esta operación se llevó a cabo para verificar la estabilidad de los instrumentos y la capacidad de calibrarlos durante largos periodos para alcanzar la gran precisión requerida. Esta primera búsqueda concluyó el pasado 27 de Agosto, ofreciendo mapas de una franja del cielo, uno para cada una de las nueve frecuencias que puede observar Planck. Cada mapa es un anillo, de unos 15° de ancho, que se extiende a lo largo de todo el cielo. Los análisis preliminares indican que la calidad de los datos es excelente. Las operaciones rutinarias comenzaron nada más terminar la búsqueda de la primera luz, y continuarán sin interrupciones durante al menos los próximos 15 meses. En aproximadamente 6 meses se podrá ensamblar el primer mapa de todo el cielo. Durante su vida operativa de 15 meses, Planck reunirá datos suficientes para realizar dos mapas completos del cielo. Para sacar el máximo partido a la gran sensibilidad de Planck, los datos necesitarán una serie de ajustes finos y un análisis muy delicado. Promete devolver un tesoro oculto que mantendrá ocupados a los cosmólogos y a los astrofísicos durante las próximas décadas. El objetivo es aprender más sobre el origen y la evolución del Universo. (ESA) (Foto: ESA, LFI & HFI Consortia, Axel Mellinger)


La Phobos-Grunt, Retrasada Hasta 2011

Como todos los analistas externos ya predecían, y pesar de las negativas de las partes implicadas, ya es oficial que la sonda rusa Phobos-Grunt, y la china Yinghuo, que debía acompañarla, no despegarán hacia Marte cuando estaba previsto, sino que retrasarán su partida hasta la próxima ventana de lanzamiento, en 2011. El objetivo de la misión principal es recoger muestras de la superficie de la luna Fobos, y llevarlas a la Tierra. Pero la desigual financiación del proyecto retrasó en gran medida el ensamblaje de la misión, y sobre todo la fase de pruebas de los sistemas. Una comisión llegó a la conclusión de que sin que se complete este programa de chequeos intensivos, no puede garantizarse que el vehículo funcione como se espera de él. Dichas pruebas empezaron en julio en la empresa constructora, NPO Lavochkin, y no ha habido tiempo material para completarlas antes de las fechas previstas. La sonda debía ser enviada a Baikonur para el lanzamiento el 26 de septiembre, ya que el despegue debería ocurrir imperativamente antes de mediados de octubre. La misión es muy ambiciosa y es necesario comprobar que todo funcionará como está programado. Dado que las ventanas de lanzamiento hacia Marte ocurren cada aproximadamente dos años, la Phobos-Grunt tendrá que esperar necesariamente hasta 2011.