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viernes, 15 de junio de 2007

Informe ISS/STS-117

Los astronautas del Atlantis y de la estación espacial internacional pasaron una jornada muy ocupada el 14 de junio. Debían continuar plegando el panel solar del segmento P6, y preparar el tercer paseo espacial, previsto para el viernes 15. Durante la noche, los astronautas fueron despertados por una falsa alarma de incendios en el módulo Zarya, debido a las tareas de reparación que se estaban realizando remotamente sobre los ordenadores rusos. El día de trabajo de la tripulación se inició una hora más tarde de este suceso. Clayton Anderson, Rick Sturckow, Lee Archambault y Suni Williams dedicaron toda su atención a proseguir con el cierre del panel solar. Se consiguió plegarlo otras tres secciones, y se dejó todo a punto para continuar durante la próxima salida extravehicular.
Al mismo tiempo, Jim Reilly y Danny Olivas, protagonistas de esta salida, revisaron los procedimientos que deberían llevar a cabo el viernes, incluyendo el intento de reparación de la manta térmica que se despegó durante el lanzamiento y que se halla sobre la superficie del motor OMS izquierdo. Finalmente, esa será su primera tarea, que deberá durar unas dos horas. A continuación, se dirigirán hacia el segmento P6, donde ayudarán al plegado de las restantes secciones del panel solar (aproximadamente la mitad quedan pendientes).
Los ingenieros en la Tierra han trabajado duro durante las últimas horas para resolver el problema de los ordenadores rusos, de los cuales depende el funcionamiento de la estación espacial. Los técnicos consiguieron que funcionaran de forma intermitente, recibiendo telemetría, pero la solución definitiva sigue pendiente. Están intentando comprender por qué razón los ordenadores se cuelgan y se apagan, sin que su reinicialización solucione el problema. Las últimas investigaciones señalan que las fuentes de alimentación de dichos ordenadores son muy sensibles al “ruido”. Aunque no circula electricidad hacia la estación desde el nuevo segmento S3/S4, la conexión física del circuito podría estar proporcionando la inestabilidad detectada. Los astronautas van a cooperar en la medición de estas condiciones con un osciloscopio, y en la localización de interferencias electrónicas. Se intentará aislar los nuevos paneles solares del segmento ruso, y ver si ésa es la fuente de los problemas. (Foto: NASA)

Shuttle


El Satélite TerraSAR-X Se Encuentra en el Espacio

La empresa alemana Infoterra GmbH ha lanzado al espacio un satélite de teledetección equipado con un radar que puede ofrecer resoluciones de hasta 1 metro. Llamado TerraSAR-X, partió desde el cosmódromo de Baikonur a las 02:14 UTC del 15 de junio, a bordo de un cohete ruso Dnepr-1. Media hora después, se recibían las primeras señales desde la estación de Malindi, en Kenia. El TerraSAR-X es una iniciativa en cooperación entre la agencia espacial DLR y la compañía Astrium, que comparten los costes del desarrollo, construcción y envío a la órbita. La DLR se ocupará del uso científico del vehículo, mientras que Infoterra GmbH, subsidiaria de Astrium, se encargará de explotar sus datos comercialmente. El satélite posee una antena que emite y recibe señales de radar en banda X de alta calidad. Proporcionará imágenes de toda la superficie terrestre, gracias a su órbita polar a 514 km de altitud. Durante 5 años, el TerraSAR-X podrá fotografiar la superficie de nuestro planeta independientemente de las condiciones meteorológicas o la hora del día. El satélite fue construido sobre una plataforma AstroBus, y pesó 1.250 kg al despegue. (Foto: Astrium)

Pequeño Incidente Con La Sonda Dawn

La sonda Dawn mantiene su fecha de lanzamiento en el 7 de julio, aunque el 11 de junio se produjo un pequeño incidente que se ha dado a conocer ahora. Mientras se preparaba a la nave para una prueba de giro y equilibrio, una herramienta de un técnico golpeó inadvertidamente la parte trasera de uno de los paneles solares. La inspección del área señala que no se dañó ninguna célula fotovoltaica, y que las reparaciones necesarias se efectuarán en breve. Mientras, siguen los preparativos para esta sonda que visitará dos asteroides. Se ha llenado con xenón el depósito de combustible de su motor iónico, y también se ha cargado la hidracina para el sistema de propulsión química auxiliar. El 21 de junio la nave será instalada junto a la tercera etapa de su cohete Delta-II, y el conjunto será transportado hacia la rampa de despegue el día 26. (Foto: NASA)


El Jules Verne No Volará Hasta 2008

La Agencia Espacial Europea ha certificado que su primer vehículo logístico ATV, el Jules Verne, está listo. Será enviado a Kourou, en la Guayana Francesa, a mediados de julio, donde podrá iniciarse su campaña de lanzamiento, la cual durará varios meses. No obstante, el despegue, a bordo de una versión especial del cohete Ariane-5, no ocurrirá finalmente este año, como estaba previsto, debido al cúmulo de circunstancias que deben coincidir para que pueda efectuarse su acoplamiento con la estación espacial internacional, incluyendo la disponibilidad del puerto de ataque delantero del módulo ruso Zvezda. Según esto, se prevé ahora un lanzamiento hacia mediados de enero de 2008. (Foto: ESA - D.Ducros)




Avance Para el Sistema de Propulsión VASIMIR

La compañía Ad Astra Rocket, liderada por el exastronauta Franklin Chang-Díaz, uno de los más experimentados del mundo, sigue trabajando en el invento de este último, el motor de plasma VASIMIR (Variable Specific-Impulse Magnetoplasma Rocket), que se espera revolucione la propulsión mundial y pueda usarse para viajes a Marte dentro de algunas décadas. El prototipo del motor ha funcionado de forma continuada durante más de cuatro horas, un auténtico récord para esta tecnología. Los ensayos de diciembre pasado, por ejemplo, no duraron más de 2 minutos debido a su sobrecalentamiento. Durante el último medio año, los ingenieros han estado trabajando en sistemas de refrigeración adecuados, que ahora han demostrado su efectividad. El motor será usado, si todo va bien, en un ensayo en órbita, en 2010, donde tratará de mover un pequeño satélite. Más adelante, podría usarse para maniobrar grandes vehículos, como estaciones espaciales, y finalmente, emplearse para viajes a otros planetas, dentro de 20 años. Un viaje a Marte podría hacerse en tan sólo 3 meses. (Foto: Ad Astra Rocket)


Otras Dos Lunas Activas en Saturno

Las últimas investigaciones de la sonda Cassini sugieren que otras dos lunas de Saturno, Dione y Tetis, están lanzando partículas al entorno. Esta actividad podría ser debida a algún tipo de acción geológica, quizá volcánica. La Cassini ha estudiado el campo magnético de Saturno, y ha encontrado atrapado en él plasma cuyo origen parece ser los dos citados satélites helados. Hasta ahora sólo se consideraba a Encelado como luna activa, con géiseres de hielo lanzados al espacio, que pudieron ser posteriormente observados. De la misma manera, los científicos esperan ahora fotografiar Dione y Tetis y buscar posibles signos de actividad. (Foto: SWRI (W. Lewis))


jueves, 14 de junio de 2007

Informe ISS/STS-117

El segundo paseo espacial y más problemas con los ordenadores rusos, capitalizaron la atención del 13 de junio. Serían en esta ocasión los especialistas de misión Patrick Forrester y Steven Swanson los encargados de salir al exterior y proseguir con las tareas que permitirán aumentar la producción eléctrica del complejo. Como sus compañeros antes que ellos, Forrester y Swanson pasaron la noche anterior en el módulo esclusa Quest, a una presión inferior, para ayudar a sus cuerpos a librarse del nitrógeno en la sangre. Luego se represurizó el módulo y salieron a desayunar, para prepararse ya para su excursión extravehicular. Sus compañeros Olivas y Williams los asistieron en la colocación de los trajes espaciales y en la revisión de todos sus sistemas.
Mientras tanto, el resto de la tripulación se preparaba para el cierre del ala de paneles solares 2B, en el segmento P6. Una anterior tripulación tuvo problemas hace meses durante el cierre de la otra ala, de modo que los ingenieros elaboraron un plan para evitar que los cables que tirarían de los paneles se enredasen durante el proceso. Rick Sturckow y Jim Reilly se ocuparon de enviar las órdenes a la unidad, para iniciar el movimiento, muy lento, vigilando al mismo tiempo el desarrollo de la operación. Avanzaron todo lo que pudieron, una cuarta parte de la longitud del ala, hasta que se recomendó parar y esperar la asistencia de los astronautas desde fuera. Uno de los objetivos de Forrester y Swanson sería precisamente echar una mano si sus compañeros se encontraban con problemas, así que salieron al exterior a través del módulo Quest e iniciaron un paseo espacial que duraría 7 horas y 16 minutos.
La escotilla se abrió a las 18:27 UTC, y los dos astronautas activaron sus baterías internas un minuto después. Hacia las 19:00 UTC, ambos encontraban ya en posición junto al segmento P6. Forrester, colocado en el extremo del brazo robótico Canadarm-2, se preparó con sus herramientas para supervisar la continuación de las operaciones de cierre del panel solar. Gracias a su ayuda, se cerraron 18 de las 31 secciones que forman el ala. Después, según el plan previsto, él y Swanson se dirigieron hacia la articulación SARJ que girará el nuevo grupo de paneles solares, en el segmento S3/S4, e instalaron cuatro viguetas de sujeción para aumentar la rigidez de la estructura. Luego prosiguieron con la complicada tarea de retirar varios anclajes y seguros, usados para evitar el movimiento de las partes móviles durante el lanzamiento. En ese punto, encontraron varias dificultades y tuvieron que dejar incompleta la tarea. Los dos dispositivos que se ocuparán de embragar el sistema que hará girar los paneles, siguiendo el movimiento del Sol en el cielo, no funcionaban correctamente. La señal dirigida a uno la recibía el otro, por algún tipo de mala configuración en un cable. Mientras se analiza la situación, la dirección del programa ordenó dejar por el momento este trabajo. A la 01:45 UTC del 14 de junio, los dos astronautas se encontraban de nuevo en el interior del módulo Quest y finalizaban su actividad extravehicular.
Sus compañeros, asistidos desde tierra, continuarán plegando el panel solar del segmento P6 en las próximas horas. Si fuera necesario, podrán recibir más ayuda durante las dos próximas excursiones al exterior.
Durante la siguiente, los astronautas dedicarán algún tiempo, al final de su trabajo principal, a comenzar la reparación de la manta térmica que se halla parcialmente levantada sobre el motor izquierdo OMS. Danny Olivas grapará la manta a una adyacente, y usará unas agujas para asegurarla a una loseta térmica.
Fyodor Yurchikhin, Oleg Kotov y Clayton Anderson dedicaron parte de su jornada a trasladar suministros traídos por el Atlantis. Este último, además, continuó su fase de familiarización con su nuevo hogar.
Kotov y Yurchikhin tuvieron que seguir afrontando los problemas técnicos encontrados en los ordenadores del segmento ruso de la estación. La situación empieza a ser seria. Ahora mismo, los giroscopios americanos controlan la orientación de la estación, pero no son suficientes, porque cuando se saturan, deben ser reinicializados y mientras tanto algún sistema de propulsión debe ocuparse del control. Ahora esta tarea la realiza el Atlantis. Los ordenadores rusos controlan el sistema de propulsión de su segmento, y son esenciales para esta tarea cuando el transbordador ya no esté. Sin ellos, la ISS no puede ser gobernada. El hecho de que los tres ordenadores, que actúan al unísono y se ponen de acuerdo entre sí, estén sufriendo los mismos problemas sugiere que ha cambiado algo en el entorno que los está afectando. Obviamente, la adición del nuevo segmento americano podría tener su influencia. Los técnicos desconocen aún cuál puede ser la dificultad, sin embargo. Ni siquiera su reinicialización permite recuperarlos. Se ha hablado de algún episodio de radiación anormal, pero los ingenieros apuestan ahora por un problema en la alimentación eléctrica, o en propio entorno eléctrico de la estación, modificado por la presencia de los nuevos paneles solares. Los ingenieros rusos trabajan contrarreloj, pero sin satélites de comunicaciones, deben esperar a que la estación pase sobre sus estaciones de seguimiento para poder trabajar con los equipos, dificultando las operaciones de recuperación. Lo que está claro es que el Atlantis no puede dejar la estación en la presente configuración. Por eso, la NASA ha ordenado medidas de ahorro de combustible, para que el transbordador pueda prolongar su estancia un poco más y proporcionar el control de orientación necesario. Si no se resolviese el problema, el complejo podría tener que ser abandonado, ya que sin la adecuada orientación, no es posible generar la electricidad suficiente. Además, los ordenadores rusos gobiernan algunos sistemas esenciales, como la producción de oxígeno y la retirada del CO2 de la atmósfera, que aunque pueden ser operados manualmente, obligarían a la tripulación a un desgaste adicional considerable. Durante las próximas horas, los controladores rusos podrían intentar alimentar sus ordenadores sólo con la energía generada por los paneles de los módulos Zarya y Zvezda, aislándolos de la electricidad estadounidense. Pero el problema aún deberá ser resuelto, porque el sistema ruso no produce suficiente energía para todos los sistemas activos. (Foto: NASA)


Astrium Presenta Su Futuro Vehículo Para el Turismo Espacial

Una nueva empresa privada, en este caso europea y potente, apuesta por el turismo espacial. Astrium ha culminado un estudio realizado sobre este sector y ha presentado su propuesta de vehículo, semejante a un jet de negocios y capaz de alcanzar 100 km de altitud. En un acto celebrado como antesala a la feria aeronáutica de Le Bourget, se mostró a los invitados una maqueta de tamaño real de la sección delantera de este revolucionario vehículo, incluyendo la cabina diseñada por Marc Newson.
Los planes actuales indican que el avión espacial de Astrium despegará y aterrizará de manera convencional desde un aeropuerto estándar utilizando sus motores de turbina. Sin embargo, una vez que se alcance la altitud de 12 km, se encenderán unos motores cohete para dar suficiente aceleración para alcanzar los 100 km previstos. El vehículo habrá subido hasta los 60 km de altitud en tan solo 80 segundos. Los innovadores asientos se autorregularán para minimizar los efectos de la aceleración y deceleración, garantizando el mayor confort y seguridad al pasajero. Entonces, los cohetes de propulsión se apagarán y la inercia se encargará de llevar a la nave hasta por encima de los cota prevista, donde los pasajeros experimentarán la “gravedad cero” en el espacio de forma privilegiada.
El piloto controlará la nave usando pequeños propulsores, permitiendo a los pasajeros flotar en la ingravidez por espacio de 3 minutos y, a la vez, ser testigos de la vista más espectacular de la Tierra. Después de reducir la velocidad durante el descenso, las turbinas se volverán a reiniciar para aterrizar de manera convencional y segura en un aeropuerto estándar. El viaje completo tendrá una duración aproximada de una hora y media.
Astrium propone el sistema de una etapa, ya que se considera el más seguro y más económico de operar. Si el desarrollo comienza en 2008, un primer vuelo comercial sería posible en 2012.
El desarrollo de un nuevo vehículo capaz de operar a altitudes entre la de los aviones (20 km) y por debajo de los satélites (200 km) podría ser un buen precursor de vehículos de transporte rápido ‘punto-a-punto’ o de un rápido acceso al espacio, abriendo la puerta a territorios aún sin explorar previamente. Su desarrollo contribuirá a mantener (e incluso mejorar) las competencias europeas en tecnologías clave para el transporte espacial.
Dado que es un proyecto comercial, la principal fuente de financiación será el capital privado. El marco financiero, que rondará los mil millones de euros, podría ser completado con préstamos reembolsables y por medio de financiación regional para el desarrollo. El retorno de las inversiones se cubrirá con las operaciones de los vehículos para este mercado emergente y prometedor del turismo espacial suborbital. El coste del vuelo por pasajero estaría alrededor de los 150.000 a 200.000 euros.
Desde ahora hasta finales de año, Astrium y el equipo de Marc Newson estarán dedicados a terminar el diseño y consolidar los socios industriales y financieros, de esta manera todo estaría preparado para lanzar el proyecto en 2008. (Fotos: Marc Newson Ltd.)

miércoles, 13 de junio de 2007

Informe ISS/STS-117

El martes 12 de junio, tras el paseo espacial, fue día de sobresaltos para la tripulación de la estación internacional y el transbordador Atlantis. Durante este día de descanso para Danny Olivas y Jim Reilly, que habían protagonizado la excursión de la jornada anterior, los controladores en tierra debían ordenar al nuevo segmento S3/S4 la extensión de sus paneles solares. Durante la noche, se inició de hecho el despliegue preliminar. Cuando despertaron los astronautas, éstos debían observar y supervisar el resto del proceso. Empezaron con una de las alas, abriéndola por etapas y deteniéndose frecuentemente para permitir que el Sol la calentara y así evitar que los paneles se pegaran entre sí. Completada la apertura de una de las alas, se hizo lo propio con la segunda y última. Hacia las 18:00 UTC, ambas habían alcanzado su posición final y estaban listas para empezar a generar electricidad (hasta 20 kW).
Los problemas empezaron más tarde, cuando el ordenador de navegación del segmento ruso sufrió un fallo, dificultando la orientación del complejo orbital. Durante el despliegue de los paneles solares, dicho control de orientación quedó en manos del transbordador Atlantis, que usó sus motores auxiliares para ello. Cuando se intentó transferirlo, el ordenador ruso no aceptó las órdenes, obligando a reinicializarlo. Así que el Atlantis debió continuar con esta labor. La reinicialización ocasionó una falsa alarma de incendio, y además la orientación proporcionada por el transbordador no era ideal, impidiendo una adecuada iluminación de los paneles solares de babor. A la espera de solucionar el problema, los técnicos intentaron devolver el control de orientación a los giroscopios estadounidenses, pero sin pasar por el ordenador ruso, algo no intentando con anterioridad. Aunque lo lograron, se disparó otra alarma, y el Atlantis tuvo que volver a utilizar su autopiloto. Más tarde, los giroscopios habían recuperado el control y los paneles volvían a producir toda la energía necesaria.
Los astronautas desplazaron la vagoneta Mobile Transporter que sería utilizada durante el segundo paseo espacial, protagonizada por Forrester y Swanson. Los dos astronautas intentarán asistir si es necesario en el proceso de plegado de la restante ala del panel solar en el segmento P6 (este segmento será transportado más adelante hasta el extremo del segmento P5). También desengancharán los anclajes de la articulación SARJ (Solar Alpha Rotary Joint), en el S3/S4. Dicha articulación podrá girar y así seguir la posición del Sol en el cielo, permitiendo una correcta iluminación de los paneles solares correspondientes mientras el complejo orbita alrededor de la Tierra. El panel del segmento P6 debe estar plegado para que el giro de los paneles del segmento S3/S4 pueda llevarse a cabo. (Foto: NASA)


La SELENE, A Punto Para Volar a la Luna

La agencia japonesa JAXA ha anunciado oficialmente que el lanzamiento de su próxima sonda lunar ocurrirá, si todo va bien, el 16 de agosto, desde la base de Tanegashima. Una vez en el espacio, la SELENE (Selonological and Engineering Explorer), será rebautizada con el nombre de Kaguya. Para el despegue se utilizará el cohete H-IIA-2022 F13. (Foto: JAXA)


martes, 12 de junio de 2007

Informe ISS/STS-117

El primer día completo a bordo de la estación espacial internacional se saldó para los astronautas del transbordador Atlantis con un exitoso paseo extravehicular (EVA), y con noticias de que la misión se prolongará dos días, permitiendo, si es necesario, realizar una cuarta excursión para reparar el problema de la manta térmica, desenganchada de la superficie de uno de los motores de maniobra OMS.
Jim Reilly y John “Danny” Olivas, los protagonistas de la EVA, pasaron la noche en el módulo esclusa Quest, a presión inferior, para purgar el nitrógeno de su sangre mientras dormían. Reanudada la actividad en el complejo orbital, y mientras sus compañeros se preparaban para la salida, Lee Achambault, Patrick Forrester y Oleg Kotov utilizaron el brazo robótico Canadarm-2 para mover el nuevo segmento S3/S4 y unirlo a la estación. La manipulación del segmento, sin embargo, tuvo que ser suspendida durante más de una hora debido a que el complejo orbital perdió temporalmente el control de su orientación. El movimiento de la masa (casi 18 toneladas), al extremo del brazo, en dirección al segmento S2, provocó una asimetría que saturó los giroscopios americanos, impidiendo su correcto funcionamiento. Esta situación, no del todo inesperada, fue resuelta (el Atlantis se ocupó durante unos minutos del control de todo el conjunto), aunque provocó un retraso de una hora en el inicio del paseo espacial.
Situado en posición, el segmento S3/S4 quedó listo para la intervención de los astronautas. Hacia las 19:00 UTC del 11 de junio, al menos tres de los cuatro tornillos que lo asegurarían al segmento S1 estaban realizando ya su trabajo, de modo que el Canadarm-2 soltó su carga. A las 20:02 UTC, la escotilla exterior del módulo Quest quedaba abierta, y un minuto después, Reilly y Olivas salían al exterior. Durante 6 horas y 15 minutos de actividad extravehicular, los dos astronautas conectaron cables eléctricos y de datos, apretaron tornillos y empezaron a preparar el segmento para la apertura de sus paneles solares (liberando las sujeciones de seguridad para el lanzamiento, etc.). Desde tierra, se ordenaría la apertura del radiador térmico. Los dos astronautas finalizaron su excursión a las 02:18 UTC del 12 de junio, regresando al interior del módulo Quest.
La NASA, mientras, ya había anunciado que el viaje del Atlantis se prolongaría dos días más. Su regreso está ahora previsto para el 21 de junio. La extensión proporcionará tiempo adicional a los tripulantes para finalizar las tareas de ensamblaje actuales, y después dedicar algún tiempo a preparar la reparación de la manta térmica. Aún no se sabe si dicha reparación se efectuará durante la tercera salida al exterior, o si se realizará durante una cuarta no prevista. Los ingenieros han decidido actuar sobre la manta porque el aire caliente de la reentrada podría afectar a la estructura inferior durante unos 15 minutos, sometiéndola a temperaturas de varios cientos de grados. Esto no es gran cosa, pero como se desconoce el tiempo que sería necesario para sufrir una erosión completa, se prefiere apostar sobre seguro y recolocar la manta protectora en su sitio. Los técnicos están estudiando cómo hacerlo para informar a los astronautas que efectúen la reparación, que no debería llevar más de 2 horas. Bastará con que un astronauta, en el extremo del brazo robótico del Atlantis, sea aproximado al área afectada (el OMS izquierdo). (Foto: NASA)


Satélite Espía Israelí En Orbita

Israel ha lanzado otro satélite espía nacional. Se trata del Ofeq-7, que alcanzó con éxito el espacio tras su despegue desde la base de Palmachin, a las 23:40 UTC del 10 de junio. El vehículo empleó un cohete doméstico Shavit-1. Su antecesor, el Ofeq-6, fracasó al estrellarse en el Mediterráneo tras el despegue, de modo que esta misión era especialmente importante para la vigilancia de las actividades militares de los países vecinos, como Irán o Siria. Algunas fuentes hablan de una vida útil para el Ofeq-7 de cuatro años, y 300 kg de peso al lanzamiento. Construido por Israel Aircraft Industries, su resolución debería ser superior a la del Eros-B, lanzado en abril del año pasado (0,7 metros). Sin embargo, los técnicos aún deben calibrar las cámaras y calcular su exacto potencial, en función de la órbita actual.

lunes, 11 de junio de 2007

Informe ISS/STS-117

El transbordador Atlantis y su tripulación se hallan ya en la estación espacial internacional, donde proseguirán, durante varios días de actuación conjunta, con la construcción del complejo orbital. Tras una cuenta atrás sin sobresaltos, el Atlantis encendió sus motores a las 23:38 UTC del 8 de junio, abandonando la rampa 39A del centro espacial Kennedy en dirección al espacio. El ascenso, en pleno día, permitió un seguimiento más claro del comportamiento del tanque externo y su espuma aislante. La cámara exterior de a bordo, como ya es habitual, mostró todo el viaje hasta la separación del enorme depósito. El Atlantis apagó sus motores principales unos 8 minutos después del despegue, alcanzando una ruta baja preliminar que después elevó hasta los 155 por 230 km, gracias a sus motores de maniobra OMS. Antes, la tripulación, comandada por Rick Sturckow, e integrada además por el piloto Lee Archambault y los especialistas de misión Patrick Forrester, Steven Swanson, John "Danny" Olivas, Jim Reilly y Clayton Anderson, fotografió y grabó en video el tanque externo, para identificar en él posibles daños en el sistema aislante que a su vez hubieran podido protagonizar episodios de impacto contra el transbordador. El análisis de las imágenes se haría durante las horas siguientes, gracias a los expertos en tierra.
La misión, llamada STS-117 (13A), tendrá como principal objetivo la instalación de un nuevo grupo de paneles solares. Los segmentos S3/S4 que el Atlantis transportaba a bordo pesan 17,5 toneladas, y extenderán la capacidad generadora de electricidad del complejo orbital. En la nave también se encontraba Clayton Anderson, que sustituirá a Sunita Williams como miembro de la actual expedición de larga duración en la ISS. Tanto Williams, como sus compañeros rusos Fyodor Yurchikhin y Oleg Kotov, contemplaron el lanzamiento de sus colegas gracias al circuito de televisión de la estación, que recibió un enlace desde el centro de control.
Mientras se trabajaba en el análisis de las imágenes obtenidas durante y después del ascenso, los astronautas abrieron las compuertas de la bodega de su vehículo. También prepararon los ordenadores y otros equipos para la fase de aproximación a la estación, que precisaría de dos días. Durante este tiempo, deberían usar el brazo robótico del Atlantis para inspeccionar su escudo térmico, en busca de posibles daños producidos por impactos. No necesitaron al principio dicho brazo para descubrir que una de las mantas blancas de protección térmica situadas sobre uno de los motores OMS se había despegado de la superficie, posiblemente por algún golpe. El tanque externo había soltado algunos fragmentos de espuma durante el despegue, pero ninguno chocó contra el vehículo, excepto quizá en este punto. Durante la comprobación del funcionamiento del brazo robótico, los astronautas acercaron sus cámaras a él y enviaron las imágenes a la Tierra para su estudio.
Tal y como estaba previsto, Patrick Forrester y Steven Swanson manipularon el brazo para unirlo al sistema OBSS, una larga pértiga articulada y equipada con cámaras que utilizaron para examinar de forma concienzuda los bordes de las alas y otras áreas cruciales del escudo térmico del Atlantis, como el morro. Con el OBSS volvieron a inspeccionar la zona de la manta térmica sobre el motor de maniobra, para lograr mayor detalle. Otros compañeros se dedicaron a preparar el acoplamiento con la estación internacional, extendiendo el anillo de unión, y poniendo a punto las herramientas que necesitarían para asistir en la maniobra, como por ejemplo, una cámara que se emplearía para alinear perfectamente los dos puertos de atraque. Asimismo, Danny Olivas, Jim Reilly y Clay Anderson empezaron a preparar los trajes espaciales que se utilizarán durante las tres excursiones extravehiculares previstas.
En la ISS, los miembros de la expedición prepararon a su vez las cámaras digitales que utilizarían durante la llegada del transbordador, y presurizaron el puerto de atraque del módulo Destiny.
La fase de acercamiento se desarrolló perfectamente. A unos 200 metros de la estación, el Atlantis detuvo su marcha durante unos minutos y dio una vuelta sobre sí mismo, mientras los astronautas de la ISS fotografiaban su escudo térmico con sus cámaras de alta resolución. De esta forma, los especialistas podrán determinar si existen daños en esta zona no visible desde el brazo robótico del vehículo. Completada la maniobra, el Atlantis prosiguió la aproximación, cada vez más lentamente, hasta que los anillos de acoplamiento entraron en contacto a las 19:36 UTC del 10 de junio. Firmemente unidos, y comprobada la ausencia de fugas de aire, se abrieron las escotillas entre la nave recién llegada y el módulo Destiny, y las dos tripulaciones pudieron reunirse por primera vez. Rick Sturckow, el comandante, fue el primero en entrar en la estación, a las 21:04 UTC, siendo seguido por sus compañeros de misión. Tras la efusiva bienvenida, los 10 astronautas iniciaron inmediatamente el protocolo previsto. Oleg Kotov y Clayton Anderson trasladaron el asiento personalizado de este último al interior de la nave Soyuz, lo que convirtió oficialmente al americano en miembro de la expedición de larga duración número 15 (00:55 UTC del 11 de junio). De la misma manera, Williams pasaba a ser ahora miembro de la tripulación del Atlantis, y en caso de emergencia, su puesto estaría a bordo del vehículo estadounidense.
La siguiente tarea importante fue “agarrar” la estructura S3/S4, situada en la bodega del transbordador. Lee Archambault y Patrick Forrester utilizaron para ello el brazo robótico, elevando la que hasta hoy es la carga más pesada enviada al espacio por el Space Shuttle, y situándola al alcance del brazo de la estación, el Canadarm-2. A las 00:28 UTC, Suni Williams usó este último para hacerse cargo de la nueva adición al complejo. Permanecería así lista para su instalación, prevista para el lunes. El grupo de paneles solares, con un coste de 367 millones de dólares, será situado en el extremo del segmento S1, bajo la supervisión de Archambault, Kotov y Forrester. En el exterior, Reilly y Olivas vigilarán la maniobra y después conectarán algunos cables y liberarán las sujeciones de los paneles, asegurados para el lanzamiento. Para preparar su excursión, los dos astronautas pasarían la “noche” dentro del módulo esclusa Quest, donde purgarían el nitrógeno de su sangre.
En la Tierra, se está valorando si utilizar una rápida excursión espacial para resolver el problema de la manta de protección térmica sobre el motor OMS. La zona no es crítica pero si existe la más mínima preocupación para la reentrada, la NASA podría autorizar el trabajo de reparación. En otros vuelos se han perdido losetas térmicas en esa zona y no ha sucedido nada, aunque sí algunos daños por el calor que tuvieron que ser luego reparados. En la nueva filosofía de máxima seguridad, los ingenieros deberán indicar si es mejor intentar colocar la manta en su lugar y pegarla (un paseo espacial siempre es arriesgado), o dejarla tal cual está. (Fotos: NASA)