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viernes, 6 de junio de 2008

Informe ISS/STS-124

La segunda excursión extravehicular de los astronautas Mike Fossum y Ron Garan estaría dedicada principalmente a continuar preparando el módulo japonés Kibo para sus operaciones. La salida comenzó a las 15:04 UTC del 5 de junio, con la activación de las baterías de sus trajes espaciales. Eso fue una media hora antes de lo previsto. Unos minutos después, ambos salieron al exterior y se dirigieron directamente al módulo Kibo, donde instalaron varias cámaras externas, las cuales servirán para vigilar el funcionamiento de las cargas útiles que trabajarán fuera. También añadieron material aislante en algunos puntos y retiraron cubiertas térmicas de otros. Los astronautas se movieron específicamente alrededor del brazo robótico japonés y de la escotilla superior, donde se acoplaría posteriormente el módulo logístico (Japanese Experiment Module).
A continuación, avanzaron algo del trabajo que les permitiría desarrollar una de las principales tareas del tercer paseo espacial. En concreto, aflojaron los tornillos de un tanque de nitrógeno agotado, que sería reemplazado el domingo, y desconectaron algunos cables y conductos. Luego desmontaron una cámara que había dejado de funcionar. Su fuente de alimentación sería cambiada dentro de la estación, y la cámara devuelta a su lugar original durante la tercera salida extravehicular.
La última tarea de los dos astronautas consistió en inspeccionar la articulación SARJ del grupo de paneles solares que parece estar funcionando perfectamente. Se retiraron las cubiertas protectoras y se fotografiaron los mecanismos, sin que se encontrara ninguna anomalía. Las imágenes permitirán realizar comparaciones y que los ingenieros desarrollen estrategias para reparar la otra SARJ.
La segunda salida de la misión finalizó a las 22:15 UTC, con el retorno al interior del módulo Quest. La actividad extravehicular había durado 7 horas y 11 minutos.
Dentro de la estación, el resto de la tripulación continuó trabajando en el módulo Kibo, instalando su consola de tareas robóticas y los racks de instrumentos, algunos de los cuales llegaron a la estación en el módulo logístico JEM. El próximo paso sería cerrar la escotilla entre este último y el nodo, ya que pronto sería trasladado a su posición definitiva, sobre el módulo principal Kibo. (Foto: NASA TV)


Informe Phoenix

Gracias al microscopio instalado a bordo de la sonda Phoenix, los científicos han obtenido la vista del suelo marciano de más alta resolución hasta la fecha. El instrumento, llamado Optical Miscroscope, observó el polvo y las partículas de tierra que habían caído sobre una superficie expuesta, y reveló la presencia de granos tan pequeños como de una décima del diámetro de un cabello humano. Las imágenes, tomadas el 3 de junio, han sido analizadas ahora. En el futuro, se utilizará el mismo instrumento para fotografiar muestras procedentes de la pala excavadora. Las partículas observadas hasta este momento son las que se acumularon en una superficie pegajosa durante el aterrizaje y los cinco días posteriores. Dicha superficie fue instalada para que el microscopio pudiera ser calibrado antes de la captura normal de muestras, y como póliza de seguros en caso de que algo lo hubiera impedido. Afortunadamente, todos los instrumentos funcionan bien y se espera utilizar el Optical Miscroscope en próximos días con muestras frescas. Mientras tanto, los científicos están tratando de identificar las partículas fotografiadas, como una de aspecto translúcido que podría ser un grano de sal. En la Tierra, seguían los esfuerzos por devolver a la normalidad a la sonda Mars Odyssey, que entró en modo seguro días atrás. Las órdenes dirigidas a la Phoenix se enviaron a través del Mars Reconnaissance Orbiter, pero en cuanto la Mars Odyssey vuelva a estar operativo, ambos vehículos realizarán la misma tarea de actuar como repetidores. No es la primera vez que esta última ha entrado en modo seguro. Lo ha hecho dos o tres veces desde su llegada a Marte en 2001. En esta ocasión el problema podría estar relacionado con la memoria de su ordenador de a bordo. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona)


jueves, 5 de junio de 2008

Informe ISS/STS-124

Con el módulo Kibo firmemente unido al nodo Harmony, el miércoles 4 de junio los astronautas se dedicaron a inicializar todos sus sistemas. A las 21:05 UTC, el representante de la agencia JAXA, Akihiko Hoshide, y la astronauta de la NASA Karen Nyberg, abrían su escotilla y penetraban conjuntamente en su amplísimo interior, tras comprobar la calidad de su atmósfera. El módulo es el mayor de la estación y puede albergar hasta 23 racks o armarios de instrumental diverso, incluyendo 10 para experimentos científicos.
Por su parte, el ruso Oleg Kononenko se encargó de instalar los recambios traídos desde la Tierra por el Discovery en el WC del módulo Zvezda. Después de probarla, el centro de control de Moscú declaró reparada la unidad.
Mark Kelly y Ken Ham dedicaron algún tiempo a comprobar el funcionamiento de los sensores de la pértiga OBSS, unida al extremo del brazo robótico del Discovery. Durante la jornada de vuelo número 12, el OBSS será utilizado para revisar las losetas térmicas del vehículo.
Por último, Garrett Reisman y Greg Chamitoff realizaron el mantenimiento del sistema de eliminación del CO2 de la atmósfera de la estación (CDRA).
Por la noche, Fossum y Garan volvieron a penetrar en el módulo esclusa Quest, donde dormirían a presión inferior para limpiar su sangre de nitrógeno. El jueves tendrían que efectuar su segundo paseo espacial. (Foto: NASA TV)


Informe Phoenix

Después de volver a practicar la recogida de muestras, la NASA ha dado luz verde para llevar a cabo la operación “en serio”. Una vez más, los científicos observaron la presencia de un material brillante entre la tierra excavada, procedente de una capa situada justo debajo de la superficie. Y las discusiones continúan sobre si se trata de hielo o de sales, o quizá de otro material más exótico. A falta de hielo, las concentraciones de sal también serían indicadoras de la existencia pasada de condiciones húmedas. Para dilucidar este tema, las muestras deberán ser analizadas, y esto es lo que se hará en la próxima recogida, cuando la tierra sea depositada en el instrumento TEGA. La captura, sin embargo, depende del estado de la sonda Mars Odyssey, que entró recientemente en “modo seguro” por alguna anomalía, lo cual evitó enviar las órdenes correspondientes el pasado miércoles (sol 10). En su lugar, la Phoenix ejecutó una serie de comandos prealmacenados, que incluían continuar la toma de imágenes necesarias para un panorama de 360 grados. Por su parte, la radio de la sonda MRO parece volver a funcionar bien, así que si es necesario estará disponible para retransmitir las señales entre la Phoenix y la Tierra y viceversa. Mientras, la estación meteorológica de la Phoenix ha informado que los vientos marcianos siguen un claro patrón. Dichos vientos proceden del sur durante la mañana, a mediodía lo hacen desde el norte, y del oeste por la tarde, regresando a su orientación sureña al final del día. Esta información es importante para evitar la contaminación de las muestras durante las excavaciones. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona)


Ensayo Para el Cohete Falcon-9

La compañía Space Exploration Technologies Corp. (SpaceX) ha llevado a cabo la primera prueba de encendido simultáneo de cinco de los motores que impulsarán la primera etapa de su futuro cohete Falcon-9. El ensayo se efectuó el 29 de mayo, en la Texas Test Facility, en McGregor. Los cinco motores Merlin-1C, dispuestos en forma de cruz, actuaron perfectamente. El Falcon-9 utilizará un total de 9 motores, y su ensayo al unísono será el próximo paso en el plan de pruebas. Si todo va bien, el primer Falcon-9 llegará a Cabo Cañaveral a finales de 2008, desde donde despegará. Antes, a finales de junio o principios de julio, está previsto el retorno a la actividad de su hermano menor, el Falcon-1. (Foto: SpaceX)


miércoles, 4 de junio de 2008

Informe ISS/STS-124

El primer día de actividades conjuntas a bordo de la estación espacial internacional se saldó con un buen número de tareas exitosamente cumplidas. Mike Fossum y Ron Garan llevaron a cabo la primera salida extravehicular de la misión, durante la cual pusieron los cimientos para la posterior instalación del módulo presurizado Kibo.
Los dos astronautas activaron las baterías de sus trajes espaciales a las 16:22 UTC del 3 de junio, tras un retraso de 50 minutos debido a dificultades en las comunicaciones. De inmediato, Fossum se ocupó de liberar un anclaje en una de las cámaras del brazo robótico Canadarm del transbordador Discovery, para permitir su giro y orientación. El anclaje fue colocado para que la cámara no golpeara al Kibo durante las vibraciones de la fase del lanzamiento. Por su parte, Garan se dirigió al segmento S1, donde empezó a desconectar varios cables unidos a la pértiga OBSS almacenada allí. También retiró las cubiertas que protegían sus sensores.
Dirigido desde el interior del módulo Destiny, el brazo de la estación, el Canadarm-2, agarró la OBSS y lo mantuvo separado para que los astronautas pudieran desconectar los últimos cables. Finalmente, la pértiga fue entregada al Canadarm-1, desde donde será utilizada más adelante para revisar el escudo térmico inferior y los bordes de las alas del Discovery. Con esta tarea completada, el Canadarm-2 volvió a moverse, posicionándose para coger más tarde el módulo Kibo. Precisamente, los astronautas, moviéndose por el interior de la bodega, empezaron a desconectar cables entre el transbordador y el módulo, y retiraron cubiertas protectoras de su zona de atraque. También quitaron los anclajes que habían mantenido a los protectores de las ventanas del Kibo en su lugar durante el lanzamiento. Estas ventanas ofrecerán visibilidad cuando deba emplearse el brazo robótico japonés unido al Kibo.
A continuación, los astronautas se dirigieron hacia la articulación del grupo de paneles solares que está sufriendo problemas desde hace meses. La articulación SARJ podría tener algún tipo de defecto estructural que ha provocado un roce anómalo en sus componentes. Los astronautas descubrieron hace tiempo limaduras metálicas y la labor de Fossum y Garan sería revisar de nuevo el área y practicar una nueva técnica para limpiarla. Fossum descubrió asimismo un defecto (una depresión) en la superficie de una de las piezas que previamente había pasado desapercibida.
Mientras se efectuaba esta tarea, el Canadarm-2, controlado por Karen Nyberg y Akihiko Hoshide, fue conectado al módulo Kibo, el cual fue liberado de sus anclajes en la bodega y levantado sobre ella. La dirección de vuelo dio entonces el visto bueno a la conexión del enorme cilindro, que fue alineado junto al módulo Harmony (en el lado opuesto a donde se encuentra el Columbus). Sobre las 23:01 UTC, el Kibo, con sus 15 toneladas, quedaba asegurado en su puerto de atraque. Paralelamente, los dos astronautas entraban en el módulo Quest, finalizando su excursión extravehicular, que había durado en total 6 horas y 48 minutos.
El miércoles estaría dedicado a activar el Kibo y permitir la entrada de la tripulación en su interior. (Foto: NASA TV)


Informe Phoenix

Los controladores de la sonda Phoenix repetirán la operación de vaciado de la pala excavadora instalada en el extremo de su brazo robótico. Durante la primera sesión de práctica con ella, con una muestra de suelo recogida poco antes, parte de la tierra quedó pegada en la pala. Esto puede tener que ver con la naturaleza de las partículas, de modo que los científicos quieren fotografiar el proceso de vaciado con mayor meticulosidad. Es necesario entender cómo se comportan las muestras para cuando tengan que ser dejadas caer sobre los analizadores. Por otro lado, las puertas del analizador TEGA, que se desplazan gracias a unos muelles, no se han abierto completamente durante un ensayo: una de ellas lo ha hecho bien y la otra sólo parcialmente. Aunque se espera que lo haga del todo con la variación de la temperatura ambiente, en estos momentos la apertura es más reducida de lo previsto inicialmente, lo que implica que la pala debe soltar sus contenidos con mucha mayor precisión. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Texas A&M University)


Nuestra Galaxia Pierde Dos Brazos

El observatorio espacial Spitzer de la NASA nos ha proporcionado una visión más exacta del aspecto que tiene nuestra galaxia, la Vía Láctea. Hasta ahora, los astrónomos creían que su cuerpo galáctico poseía cuatro brazos en espiral. Sin embargo, se trataba de una suposición, porque el polvo cósmico impide tener una visión directa de algunas zonas. El Spitzer, en cambio, con su capacidad de observación infrarroja, puede ver a través de este velo, y fotografiar estructuras hasta ahora ocultas, o la ausencia de ellas. En efecto, los astrónomos han analizado la información enviada por el vehículo y han concluido que nuestra galaxia no tiene cuatro brazos sino sólo dos. Las imágenes artísticas habituales que representan a la Vía Láctea, tendrán pues que ser redibujadas a partir de ahora. El descubrimiento no es del todo extraño, ya que se sabe desde hace unos años que la Galaxia posee una barra de estrellas que cruza su centro. Las galaxias con esta estructura suelen tener sólo dos brazos espirales principales, así como otros menores. (Foto: NASA/JPL-Caltech)


martes, 3 de junio de 2008

Informe Phoenix

La pala excavadora de la sonda Phoenix recogió su primera muestra de la superficie marciana el 1 de junio (Sol 7). El objetivo era probar el funcionamiento del brazo robótico y practicar las operaciones que se harán rutinarias a partir de ahora. La muestra no debía ser analizada, así que sólo fue fotografiada y sería después depositada en un área adyacente. Si todo va bien, en pocos días se repetirá el proceso, pero esta vez la tierra será depositada en el analizador. En la imagen enviada por la Phoenix, puede apreciarse que la muestra recogida incluye un material brillante (también se aprecia en el agujero dejado por la pala, en el suelo, en la zona bautizada como “Knave of Hearts”). Los científicos piensan que puede ser hielo o sal, y en todo caso, puede ser lo mismo que se ha encontrado bajo la nave. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Max Planck Institute)


Informe ISS/STS-124

Las últimas horas previas al acoplamiento entre el transbordador Discovery y la estación espacial internacional se desarrollaron con normalidad. Poco a poco, el vehículo se aproximó a su punto de destino, y a unos 200 metros de distancia, giró sobre sí mismo para permitir que los habitantes de la ISS fotografiaran su escudo térmico. Después, reanudó la aproximación, y a las 18:03 UTC del 2 de junio, entraba en contacto con el puerto de atraque PMA-2. Una vez asegurada la unión y comprobada la estanqueidad de ésta, se abrieron las escotillas internas (19:36 UTC), permitiendo que ambas tripulaciones pudieran reunirse por primera vez. Pocas horas más tarde, el asiento personalizado de Greg Chamitoff quedaba instalado en la nave Soyuz, y éste pasaba a formar parte oficialmente de la tripulación del complejo orbital. Reisman, a su vez, se convertía en especialista de misión del Discovery, con el que regresará a la Tierra tras tres meses de estancia en la ISS. Los astronautas recibieron las acostumbradas indicaciones de seguridad e iniciaron las tareas conjuntas. Mike Fossum y Ron Garan pasarían la noche dentro del módulo Quest, a presión inferior, para preparar mejor su primera salida extravehicular, prevista para el martes. Durante dicha excursión, de unas 6 horas y media de duración, prepararían el módulo Kibo para su instalación, y también asistirían a sus compañeros para el traslado de la pértiga OBSS de la estación al Discovery. Una última tarea sería la demostración de una técnica que podría usarse para limpiar los restos metálicos localizados en una articulación de uno de los grupos de paneles solares americanos. (Foto: NASA TV)


lunes, 2 de junio de 2008

Informe ISS/STS-124

El transbordador Discovery despegó desde el Centro Espacial Kennedy de forma absolutamente puntual, en lo que parece fue un lanzamiento bastante “limpio”. La astronave utilizó el primero (ET-128) de los tanques externos totalmente rediseñados para evitar el desprendimiento de espuma aislante. En las imágenes del ascenso se vieron sin embargo algunas caídas, pero ocurrieron fuera de la fase aerodinámica, cuando son peligrosas.
La misión STS-124/1J se inició a las 21:01 UTC del 31 de mayo, desde la rampa 39A. A bordo viajaban la carga principal, el módulo presurizado japonés Kibo, y los siete astronautas. El comandante Mark Kelly estaba acompañado por el piloto Ken Ham y los especialistas de misión Karen Nyberg, Ron Garan, Mike Fossum, Greg Chamitoff y Akihiko Hoshide.
El módulo presurizado Kibo es el segundo elemento de la contribución japonesa a la estación espacial internacional y la carga más grande enviada hasta ahora hacia ella. Es 3 metros más largo que el Destiny americano y casi 5 metros más que el Columbus europeo. Durante el vuelo se realizarán tres salidas extravehiculares para su instalación, pero también para otras tareas, como trabajar en el sistema de refrigeración del complejo, intentar restaurar al completo el sistema de generación eléctrica y transferir la pértiga de observación OBSS desde la estación al Discovery.
Tras el lanzamiento, los astronautas del transbordador fotografiaron el tanque externo para comprobar si sufrió daños durante el ascenso. Las imágenes serán analizadas posteriormente en la Tierra. También ajustaron su órbita de transferencia con sus motores OMS. Al día siguiente, y debido a la ausencia de la pértiga OBSS, la tripulación realizó una inspección limitada de las losetas térmicas de su vehículo. Emplearon para ello la cámara del brazo robótico Canadarm-1, cuyo alcance no permite visualizar ciertas áreas. La revisión definitiva se efectuará cuando el Discovery llegue a la estación y pueda utilizar la OBSS que está almacenada allí. Otras tareas para el primer día en órbita fueron la comprobación de los equipos que se usarán durante los paseos espaciales, y para la fase de acoplamiento (incluyendo la instalación de una cámara-guía).
Los técnicos analizaron en la Tierra una anomalía menor en uno de los motores de maniobra OMS, que aún puede usarse sin dificultades. (Foto: NASA)


Informe Phoenix

Fotografiar de inmediato la zona sobre la que aterrizó la sonda marciana Phoenix resultó ser una muy buena idea. Los gases del sistema de propulsión que sirvió para frenar el descenso, actuaron como una especie de escoba que frotó la superficie. Los científicos estaban interesados en ver qué efectos había tenido ello sobre el suelo. Pues bien, con el brazo robótico extendido, se utilizó su cámara para ver lo que había bajo la nave, y las primeras imágenes mostraron ya lo que parece una pequeña zona de hielo expuesta, cerca de una de las patas. Los especialistas aún no están del todo seguros de su naturaleza, pero todo indica que se trata de un objeto duro, muy probablemente hielo, aunque también podría ser una roca plana. Pendientes de conseguir imágenes en color y otros datos, se empleó el brazo robótico para obtener más información básica desde otros ángulos. El tiempo también es importante, porque en su transcurso, si es hielo expuesto, éste se volverá más brillante cuando el vapor de agua atmosférico se congele sobre él. Encontrar hielo casi en la superficie es una muy buena noticia, ya que facilitará los estudios previstos. Sin embargo, no todo es positivo durante esta fase de la misión. El TEGA, el instrumento que se ocupará de calentar y analizar las muestras, dio síntomas durante las pruebas iniciales de sufrir de forma intermitente un pequeño cortocircuito en la sección del espectrómetro. Sin embargo, las primeras investigaciones sugieren que los ingenieros podrán superar el problema sin demasiadas dificultades. Mientras, el brazo robótico de la Phoenix siguió moviéndose y durante la sexta jornada en Marte (31 de mayo) tocó por primera vez el suelo, dejando una huella a la que han bautizado como Yeti. También se fotografió otra vez la posible placa de hielo bajo la nave, llamada ahora “Snow Queen”. Tiene una superficie suave, con capas visibles y algunas cavidades redondeadas. (Foto: NASA/JPL-Caltech//University of Arizona/Max Planck Institute)