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viernes, 18 de julio de 2008

La Sonda Deep Impact Observa la Luna y la Tierra

La sonda Deep Impact, que el 4 de julio de 2005 visitó el cometa Tempel 1, se dirige ahora al Hartley 2, donde llegará el 4 de noviembre de 2010. Su nueva misión, llamada EPOXI, incluye además la búsqueda de planetas extrasolares. Para practicar la observación de tránsitos (una forma de detectar la presencia de un planeta que pasa por delante de su estrella), la nave ha fotografiado la Tierra desde unos 50 millones de kilómetros, y ha observado la Luna cruzando frente a nuestro planeta. Los científicos han recopilado las imágenes y han creado un espectacular video. Si una civilización terrestre tuviera instrumentos lo bastante potentes para ver lo mismo desde mucho más lejos, quizá podría encontrar así las pruebas de que se halla habitado. La película, creada en luz infrarroja, muestra incluso el brillo del Sol reflejado en los océanos. (Foto: Donald J. Lindler, Sigma Space Corporation/GSFC; EPOCh/DIXI Science Teams)


La Venus Express Mirará Más de Cerca el Planeta

La sonda europea Venus Express ha iniciado una serie de maniobras que permitirá reducir la altitud de su órbita sobre el planeta. De esta forma, el vehículo podrá acceder a regiones previamente inexploradas e investigar fenómenos que de otro modo no estaban a su alcance. Las maniobras se prolongarán hasta el 4 de agosto. La órbita de partida, polar, tenía una altitud mínima situada entre los 250 y los 400 km, y la máxima en los 66.000 km. Eso permitió permanecer mucho tiempo sobre el hemisferio sur, y ver de cerca el hemisferio norte. Ahora, la Venus Express acercará su distancia mínima a entre 185 y 300 km. En el futuro, se espera reducir aún más esta distancia, para que la sonda se vea afectada por el rozamiento atmosférico y así pueda medirse la densidad de la atmósfera con los acelerómetros. De hecho, se ensayará la técnica de aerofrenado que puede cambiar la órbita de un vehículo sin consumir combustible. (Foto: ESA/AOES Medialab)


jueves, 17 de julio de 2008

Seleccionada la Tripulación Para la Misión STS-128

La NASA ha asignado la tripulación que viajará a bordo de la misión STS-128 Atlantis y que transportará equipos científicos y suministros a la estación espacial internacional. Con un despegue previsto para el 30 de julio de 2009, Frederick W. "Rick" Sturckow será su comandante. Junto a él volarán el piloto Kevin A. Ford y los especialistas de misión John D. "Danny" Olivas, Patrick G. Forrester, Jose M. Hernandez y Christer Fuglesang. Este último representará a la Agencia Espacial Europea. Nicole Stott viajará asimismo para quedarse en la estación, y Tim Kopra regresará a la Tierra con la nave. Además de llevar uno de los módulos logísticos MPLM en la bodega del Atlantis, cargado de suministros, la misión contemplará tres paseos espaciales. (Foto: NASA)


La Mars Express Explora Fobos

La sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea, en órbita alrededor de Marte, está efectuando varios sobrevuelos cercanos respecto a la luna Fobos. Ello permitirá efectuar alguna de las investigaciones más detalladas del satélite hasta la fecha. Los sobrevuelos, un total de cinco, se iniciaron el 12 de julio y se prolongarán hasta el 3 de agosto. El más favorable ocurrirá el 23 de julio, cuando la nave pase a tan sólo 97 km de la superficie de Fobos. Los científicos esperan que estas visitas ayuden a compensar la relativa falta de información sobre las lunas marcianas, de las que se sabe más bien poco. Por ejemplo, los astrónomos desean saber si Fobos y Deimos son satélites naturales o si en realidad son asteroides que fueron capturados por la gravedad del Planeta Rojo, aunque hay otras posibilidades, como que podrían ser los restos de un objeto mayor que chocó contra Marte. La Mars Express ya había visitado Fobos con anterioridad, pero nunca tan cerca. La cámara HRSC de la nave tomará imágenes de la más alta resolución posible, en color y en 3D, incluyendo algunas de zonas jamás observadas. Uno de los objetivos es fotografiar un área que la sonda rusa Phobos-Grunt podría utilizar para aterrizar, tras su lanzamiento en 2009. Además, se usarán los restantes instrumentos de la Mars Express para obtener detalles sobre la composición de la superficie, su geoquímica y la temperatura, así como su topografía. (Foto: ESA/ DLR/ FU Berlin (G. Neukum))


Hubo Mucha Agua en Marte

Gracias a la información obtenida a través de las observaciones de la sonda MRO (Mars Reconnaissance Orbiter), los científicos han llegado a la conclusión de que Marte tuvo una vez grandes lagos, ríos fluyendo y otro tipo de entornos húmedos que habrían tenido el potencial de soportar la vida. Los análisis indican que las amplias regiones en las tierras altas del Planeta Rojo, que cubren la mitad de su superficie, contienen minerales arcillosos, que sólo pueden formarse en presencia de agua. La lava de erupciones volcánicas posteriores cubrieron estas regiones, pero los impactos que formaron cráteres más tarde han expuesto tales minerales en miles de puntos de la superficie. Esta información se ha obtenido con el instrumento CRISM (Compact Reconnaissance Imaging Spectrometer for Mars), y otros instrumentos de la MRO. Los minerales arcillosos encontrados, llamados filosilicatos, preservan un registro de la interacción del agua con rocas de un período que va de hace 4.600 millones de años a 3.800 millones. Se trata pues de la época más primitiva del sistema solar, cuando la Tierra, la Luna y Marte sufrían el mayor bombardeo cósmico. En nuestro planeta, la tectónica de placas ha destruido este tipo de rocas tan antiguas. Están visibles en la Luna, pero allí no fueron expuestas al agua.
En un estudio paralelo, se sugiere que las condiciones húmedas en Marte se prolongaron durante un largo tiempo. Millones de años después de que fueran creadas las arcillas, un sistema de canales fluviales erosionaron el terreno y las arrastró, sacándolas de las tierras altas para concentrarlas en un delta donde el río desembocaba en un gran lago (unos 25 km de diámetro) formado en el interior de un cráter. Como las arcillas son muy buenas atrapando materia orgánica, si hubo vida en esta zona, su química podría haberse preservado en la región, claramente candidata a un estudio más profundo. (Foto: NASA/JPL/JHUAPL/MSSS/Brown University)


miércoles, 16 de julio de 2008

Informe ISS

Los dos tripulantes rusos de la estación espacial internacional llevaron a cabo su segunda salida extravehicular en menos de una semana. De menor duración que la anterior (sólo 5 horas y 54 minutos), estuvo dedicada sobre todo a instalar un experimento en el exterior del complejo, y desmontar otro.
Sergei Volkov y Oleg Kononenko realizaron su nueva EVA el 15 de julio. Utilizaron trajes Orlan y el módulo esclusa Pirs, mientras su compañero americano, Greg Chamitoff, permanecía en el interior de la cápsula Soyuz. En cuanto salieron al exterior, Volkov operó la grúa Strela para desplazar a Kononenko, situado en su extremo, hacia la zona delantera del módulo Zvezda, en el compartimiento de transferencia, donde llevaría a cabo su primera tarea, la instalación de una ayuda para el acoplamiento. Dicha ayuda servirá para facilitar el acercamiento y unión del próximo módulo científico ruso. El mini módulo será lanzado, si todo va bien, el año próximo, y se acoplará en uno de los laterales del Zvezda.
Completado este trabajo, se guardó la grúa Strela y se colocó una especie de escalera que permitió a los cosmonautas moverse hacia la sección de menor diámetro del Zvezda. Allí inspeccionaron varios agujeros en los cuales se atornillará un adaptador de antena, para el sistema de acoplamiento automático Kurs. Dicha antena se empleará por primera vez en 2009.
Los dos hombres regresaron después a la grúa Strela. Sacaron de ella un soporte para los pies, y lo desplazaron hasta el exterior del Zvezda.
De vuelta al módulo Pirs, recogieron el experimento Vsplesk y fueron con él hasta la zona ancha del Zvezda. El aparato, que estudiará efectos sísmicos mediante chorros de partículas de alta energía, fue unido al módulo, incluyendo el cableado.
En la zona, Volkov aprovechó para enderezar una antena de radioaficionados que estaba doblada.
Finalmente, los cosmonautas se dirigieron al experimento Biorisk, instalado por los miembros de la expedición número 15 y dedicado a estudiar los efectos del entorno espacial sobre microorganismos, lo sacaron de su anclaje y lo llevaron al Pirs.
Los dos rusos cerraron entonces la escotilla, finalizando su paseo extravehicular a las 23:02 UTC. (Foto: NASA TV)


Lanzado el Satélite Echostar-11

Un cohete Zenit-3SL colocó en órbita de transferencia geoestacionaria, el 16 de julio, a un nuevo componente de la constelación de satélites de comunicaciones estadounidense Echostar. El Echostar-11 partió a las 05:21 UTC, desde la plataforma marina Odyssey, anclada en la posición 154 grados longitud Oeste, en pleno Pacífico. El vehículo, que pesó 5.511 kg al despegue, fue liberado una hora después del lanzamiento. Desde su posición temporal, maniobrará hasta alcanzar el área geoestacionaria definitiva (110 grados Oeste), sobre Estados Unidos.
El Echostar-11 fue construido por la empresa Space Systems/Loral para la red DISH, sobre una plataforma LS-1300. Transporta una carga útil formada por repetidores en banda Ku, que dará servicio a los varios millones de suscriptores americanos. (Foto: Sea Launch)


lunes, 14 de julio de 2008

Informe Phoenix

La principal prioridad para el equipo de científicos que gobierna las actividades de la sonda marciana Phoenix es analizar el hielo procedente del subsuelo inmediato. Pero dado que las temperaturas ambientales son muy bajas, los expertos esperan que éste sea muy duro y compacto, comparable a rascar en una acera. Para poder recoger una muestra, los controladores ensayaron varias técnicas en busca de la mejor forma de llevarla hasta el instrumento TEGA. El vehículo dispone de hasta tres herramientas para ayudar a acceder al hielo. En efecto, la pala excavadora posee dos hojas de diferente material, y una especie de raspador. El objetivo no es obtener un pedazo de hielo, sino partículas finas que puedan ser introducidas hasta el instrumento analizador.
Las pruebas realizadas provocaron la producción de pequeños montones de partículas en el surco donde trabajaba la Phoenix. Pero éstos eran tan pequeños que la pala no pudo recogerlos. Algo así como recoger el polvo de nuestro hogar con una pala, aunque sin escoba. La Phoenix realizó dos sesiones de 50 movimientos de rascado el 7 de julio, produciendo dos pilas, en la zona “Snow White”, pero las imágenes mostraron que éstas no habían podido ser introducidas al interior de la pala excavadora.
La siguiente prueba implicaría el uso del raspador motorizado, así que se efectuaron numerosos ensayos en el modelo instalado en la Tierra. Mientras, en Marte, se empleó por primera vez un sensor para medir la conductividad térmica y eléctrica del suelo marciano. El aparato tiene el aspecto de un tenedor de cuatro puntas de unos 1,5 cm de largo. El brazo robótico de la sonda empujó la herramienta contra el suelo, hasta tocarlo, donde podría efectuar sus mediciones, aunque habría que esperar a un segundo posicionamiento (10 de julio) para obtener resultados concretos. Antes de ahora, el mismo instrumento ha servido para medir la cantidad de vapor de agua presente en la atmósfera.
La Phoenix envió a la Tierra, asimismo, su primera imagen procedente de su microscopio de fuerza atómica. Fabricado en Suiza, este microscopio obtiene una imagen de la superficie de una partícula midiéndola con la aguda punta situada en el extremo de un muelle. El sensor sube y baja siguiendo el contorno de la partícula, lo que proporciona información sobre su forma. Es decir, en vez de usar una cámara fotográfica, toca a su objetivo para obtener la imagen. Su sensibilidad le permite conseguir detalles tan pequeños como 100 nanómetros, menos de una centésima del grosor de un cabello humano, y 20 veces más diminutos que lo que puede resolver el microscopio óptico de a bordo. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Texas A&M University)

Phoenix