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lunes, 31 de julio de 2006

Aligerando el CEV

La estructura del vehículo CEV (Crew Exploration Vehicle) está cambiando debido a su excesivo peso. Los ingenieros han efectuado varios cambios, sobre todo en el módulo de servicio, que permitirán una reducción sustancial de su masa (casi 3 toneladas). Las modificaciones han supuesto un acortamiento hasta el 50 por ciento de la longitud de dicho módulo de servicio, donde se empleará un motor hipergólico AJ10-118K, el mismo que se usa en la segunda etapa del cohete Delta-II. En el módulo de mando se utilizará aleación de aluminio-litio más ligera y se reducirá la cantidad de agua potable almacenada a bordo. Por último, se efectuarán cambios en la torre de emergencia y en el adaptador con el cohete. A pesar de estas modificaciones, el CEV podrá permanecer unido a la estación internacional durante unos 7 meses, uno más de lo previsto, y soportar la presencia de cuatro astronautas durante más de dos semanas en un vuelo independiente. El sistema de motores auxiliares del módulo de servicio podría utilizarse para el retorno a la Tierra desde una órbita lunar, si el motor principal AJ10-118K dejara de ser operativo.
En cuanto al cohete, aunque se sigue desarrollando la configuración actual, la NASA estudia alternativas. Una de ellas parece prometedora, y deja de lado el uso del motor sólido de cinco segmentos, para sustituirlo por dos aceleradores SRB de tres, unidos a un tanque derivado del de la lanzadera y equipado con dos motores J-2X, que se activarían en altitud. Tendría un aspecto general parecido a la actual lanzadera espacial, sin transbordador y con la cápsula CEV en la cúspide. En la práctica, obligaría a menos modificaciones en las instalaciones terrestres que las que requerirá el Ares-I. (Foto: NASA)

Constellation

3 comentarios:

JCasado dijo...

Las aleaciones de aluminio-litio están de moda. El ahorro en peso frente a las aleaciones de aluminio utilizadas habitualmente en la industria aeroespacial (aluminio-zinc o aluminio-magnesio, principalmente) es un escaso 3%, y la fabricación se complica significativamente (sin hablar del precio), pero el futuro va por ahí, incluso en aeronáutica: cualquier ahorro en peso es dinero, y más cuando hablamos de subir al espacio.

Los nuevos aviones de Boeing y Airbus también utilizan estas aleaciones.

Manuel Montes dijo...

Es muy curioso porque cuando se decidió meter a Rusia en la ISS y se cambió la inclinación de la órbita en la que sería colocada, entre las medidas que se tomaron para recuperar la carga útil que perderían los transbordadores fue sustituir los tanques exteriores actuales por otros de aluminio-litio, si no recuerdo mal. Después de un tiempo de esfuerzos, finalmente se abandonó la empresa porque entonces la tecnología estaba tan en pañales que salía carísimo y además era demasiado complicada. Y ahora, diez años más tarde, la tenemos incluso en los aviones de pasajeros... Apuesto que en parte gracias a las enormes inversiones de NASA en esa época. De algo sirvieron, al menos...

JCasado dijo...

Pues seguramente se lo debemos a la NASA, como tantos otros avances tecnológicos... Además, esa es una de las funciones de la NASA, aunque a menudo olvidada por la espectacularidad de la parte espacial: actuar como instituto de investigación para la industria aeroespacial norteamericana. Lo que a la larga significa para todo el mundo...

En cuanto a lo de estas aleaciones, se viene oyendo hablar de ellas desde hace años, pero hasta ahora no han empezado a aplicarse en serio (hablo de aeronáutica). No soy experto en materiales, pero creo haber oído que en su día tenían ciertos problemas (no recuerdo cuáles) que ya finalmente han sido solventados por los fabricantes de material. Aún así, siguen siendo materiales muy caros y difíciles de mecanizar.