Informe STS-115/ISS
Mientras los tripulantes del Atlantis siguen con su plácido retorno a la Tierra, a bordo de la estación espacial internacional se ha producido un incidente potencialmente peligroso que sin embargo no ha tenido consecuencias.
El generador de oxígeno ruso Elektron, instalado en el módulo Zvezda, se sobrecalentó aparentemente durante unos instantes, provocando el derretimiento de una junta de goma y una pequeña humareda, acompañada de un fuerte olor y quizá una escasa cantidad de sustancia irritante que pasó a la atmósfera del complejo.
La Elektron había permanecido desactivada durante nueve días, coincidiendo con la presencia de la tripulación del Atlantis, como estaba previsto. Con ellos fuera de la estación, los controladores rusos solicitaron la reactivación de la unidad, cosa que intentó hacer Pavel Vinogradov hacia las 07:00 UTC del 18 de septiembre. Pero el sistema sólo funcionó durante un rato y luego se apagó automáticamente. Vinogradov intentó en varias ocasiones la activación, sin éxito. Hacia las 11:00 UTC, el cosmonauta efectuó un último intento. Sin conexión con tierra debido a una falta de cobertura de las estaciones de seguimiento, Vinogradov comprobó que la Elektron se estaba recalentando, y que emanaba algo de humo y mal olor de ella. A las 11:16 UTC, recuperado el contacto con tierra, los controladores pidieron a los miembros de la expedición número 13 que conectaran manualmente la alarma contra-incendios, de manera que entrara en funcionamiento el software de emergencia, el cual se ocuparía de detener los ventiladores que remueven el aire entre los módulos.
Afortunadamente, los sensores no indicaron contaminantes peligrosos para los astronautas, aunque se les pidió que llevasen durante un tiempo máscaras, gafas y guantes especiales, dado que el hidróxido de potasio, la sustancia química que podría haberse desprendido de la Elektron, es irritante para la piel y las mucosas. En efecto, Vinogradov describió una fuga de un líquido claro procedente de una junta dañada, procediendo después a su limpieza. Una hora después, eliminada la fuente de peligro, se reactivó el sistema de ventilación.
El incidente, según las autoridades del programa, no debería afectar a la inminente salida prevista de la nave de carga Progress, ni al acoplamiento de la Soyuz TMA-9, que trae a los sustitutos de Vinogradov y Williams, así como a la turista espacial Anousheh Ansari. Su llegada está programada para las 05:24 UTC del 20 de septiembre.
Mientras tanto, el Atlantis se prepara para el aterrizaje, previsto para las 09:59 UTC del mismo 20 de septiembre. Los astronautas pasaron el lunes 18 inspeccionando las losetas térmicas con la participación del brazo robótico y una pértiga capaz de estudiar la superficie del escudo con un láser. Las próximas tareas serían almacenar todo el material no necesario para el aterrizaje, y una prueba de los motores para comprobar que están en buenas condiciones para efectuar el frenado que los lleve hacia la atmósfera. (Foto: NASA)
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