Informe ISS/STS-122
La revisión del sistema de protección térmica del Atlantis no puso de manifiesto daños en las losetas ocasionados por impactos durante el lanzamiento. Las imágenes y datos enviados por los sensores de la pértiga OBSS, situada en el extremo del brazo robótico del transbordador, fueron analizados por el personal de tierra. El estudio de las imágenes del despegue tampoco reveló grandes desprendimientos de espuma aislante del tanque externo, siendo ésta una de las misiones más “limpias” del pasado reciente. Sin embargo, sí se detectó un ligero desplazamiento de una manta térmica situada en el motor de maniobra OMS de estribor, cuyos posibles efectos serían analizados por los expertos. Este problema ya ha ocurrido alguna vez en el pasado (STS-117, cuando fue reparado durante una salida extravehicular). Otra dificultad técnica, que no afectaría al vuelo, fue el fallo en uno de los cinco ordenadores GPC del Atlantis.
Pero quizá lo más preocupante fue la noticia de que uno de los astronautas se mostraba indispuesto. Ello provocó solicitar una teleconferencia entre la tripulación y los médicos en tierra. La NASA, siguiendo las reglas, no ha revelado oficialmente el nombre del tripulante afectado ni la naturaleza de su dolencia. No obstante se supo vía Agencia Espacial Europea que el astronauta con problemas era Hans Schlegel. La NASA confirmó esto de forma indirecta con el retraso en 24 horas del primer paseo espacial, y la sustitución de Schlegel (que debía participar en él) por Stanley Love. Es posible que el europeo no haya superado lo bastante rápido el famoso “mareo espacial” que afecta a algunos astronautas durante los primeros días de viaje.
En todo caso, el Atlantis se acercó a la estación espacial internacional y se acopló a ella normalmente a las 17:17 UTC del 9 de febrero. Lo hizo en el puerto de atraque PMA-2, unido ahora al Nodo-2 Harmony. Previamente, el transbordador había efectuado el acostumbrado giro de 360 grados frente al complejo, para que su sistema de protección térmica inferior pudiera ser fotografiado por los habitantes de la ISS.
Whitson, que cumplía 48 años ese mismo día, y sus compañeros, recibieron con alegría a los recién llegados y a la esperada carga, el laboratorio Columbus, a las 18:40 UTC. Tras la pequeña celebración y los informes de seguridad, Léopold Eyharts pasó a formar parte oficial de la Expedición número 16, mientras que Tani se convertía en astronauta del Atlantis, listo para volver a la Tierra en unos días.
La noticia del retraso en el primer paseo espacial, proporcionó 24 horas más para preparar la tarea. Rex Walheim y Love se ocuparían el lunes de supervisar la conexión del Columbus al Harmony y de dar un vistazo a la manta térmica despegada. La NASA reelaboró el plan de vuelo, ordenando al mismo tiempo disminuir el consumo a bordo del Atlantis, para permitir prolongar su estancia en la ISS al menos otras 24 horas. Schlegel ya se sentía mejor y posiblemente podría participar en el segundo paseo espacial. (Foto: NASA)
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