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martes, 11 de marzo de 2008

Informe STS-123

Una de las más complejas misiones de la lanzadera llevadas a cabo por los astronautas de la NASA, empezó como estaba previsto a las 06:28 UTC del 11 de marzo, desde la rampa 39A del centro espacial Kennedy. Con siete astronautas a bordo, y un módulo japonés y un robot manipulador canadiense en la bodega, el transbordador Endeavour partió hacia la estación espacial internacional, donde ampliará aún más las capacidades del complejo.
La misión, también llamada 1J/A (STS-123), está comandada por Dominic Gorie. Junto a él están el piloto Gregory H. Johnson y los especialistas de misión Robert L. Behnken, Mike Foreman, Rick Linnehan, Garrett Reisman y el japonés Takao Doi. Los siete protagonizarán la más larga estancia de un transbordador en la estación, dada la gran cantidad de paseos espaciales necesarios (cinco, lo cual es un récord) y la dificultad de las tareas a llevar a cabo. En total, la misión deberá durar 16 días, e incluirá un intercambio de tripulantes de la expedición de larga duración (Reisman se quedará en la ISS, y Eyharts regresará a la Tierra después de siete semanas trabajando para activar el módulo Columbus). A su vez, Reisman regresará con la misión STS-124, cuyo lanzamiento está previsto ahora mismo para el 25 de mayo de 2008.
En la bodega del Endeavour se halla el primer segmento de la contribución japonesa al complejo, en concreto, el ELM-PS (Japanese Experiment Logistics Module-Pressurized Section), también denominado Kibo. A la espera del módulo principal (JEM-PM), este módulo logístico será unido provisionalmente a la zona superior del nodo Harmony. El otro componente importante es el robot canadiense Dextre, capaz de manipular herramientas y de ser acoplado al extremo del brazo robótico de la estación, el Canadarm-2, para realizar tareas complejas de mantenimiento. El Endeavour también lleva varios experimentos, algunos de los cuales serán instalados en la estación, incluyendo el exterior del módulo Columbus.
El transbordador Endeavour despegó de noche, la segunda vez que ocurre desde el desastre del Columbia. Durante el ascenso se detectaron un par de anomalías técnicas, las cuales empezaron a ser investigadas de inmediato, sin que se supiera entonces si tendrían algún tipo de repercusión. Unos 8 minutos y medio después del lanzamiento, los motores principales se pararon y la tripulación empezó a fotografiar el tanque externo, ya vacío. Minutos después, actuaron los motores de maniobra para ajustar la órbita sobre los 220 km. Las próximas tareas serían inspeccionar el escudo térmico de la nave, almacenar los utensilios no necesarios tras el ascenso, y preparar la fase de aproximación y encuentro con la estación espacial, prevista para la madrugada del 13 de marzo.
La pértiga OBSS que se empleará para revisar el escudo térmico, precisamente, no regresará a la Tierra, ya que quedará almacenada en el exterior de la estación. La próxima misión, con más componentes japoneses, nos dispondrá de espacio para llevarla, así que las revisiones se efectuarán cuando la STS-124 llegue al complejo. (Foto: NASA/Jim Grossmann)


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