Exito Para el Cuarto Cohete Falcon-1
El cuarto intento orbital de la empresa SpaceX alcanzó por fin el éxito. Tras varios años de desarrollo en pos de un vehículo de lanzamiento de bajo coste, Elon Musk, propietario de la compañía, quien ha invertido unos 100 millones de dólares de su propio bolsillo, ha podido cantar victoria. La resolución de los problemas encontrados en los tres anteriores vuelos permitió definir un vehículo más seguro y fiable. La misión, puramente demostrativa, se preparó con un encendido estático del motor de la primera etapa el 20 de septiembre. Los ingenieros cambiaron uno de los equipos durante la semana y, finalmente, a las 23:15 UTC del 28 de septiembre, el cohete Falcon-1 F4 despegaba desde el Reagan Test Site de la isla Omelek, en el U.S. Army Kwajalein Atoll (en el Pacífico). A diferencia de la vez anterior, la separación de la primera etapa se llevó a cabo sin incidentes y el vehículo continuó acelerando hasta alcanzar la velocidad orbital. Después reencendió el motor del segundo escalón para convertir en circular la trayectoria alrededor de la Tierra. A bordo viajaba un simulador de satélite con un peso de 165 kg, llamado Ratsat y que no debía ser separado. Consistía en una estructura de aluminio de 1,5 metros de alto. Los controladores enviaron una orden de separación simulada, que el sistema recibió con éxito. Aunque aún se está estudiando la telemetría, todo parece indicar que los motores Merlin-1C y Kestrel funcionaron perfectamente, y que la inyección orbital fue muy precisa. Ahora, la empresa SpaceX puede reanudar sus vuelos comerciales, al mismo tiempo que continúa la preparación de su cohete Falcon-9, mucho más potente. De momento, se ha convertido en la primera empresa privada que ha logrado alcanzar la órbita con un cohete de propergoles líquidos. Su próximo vuelo podría ocurrir a principios del año próximo. (Foto: SpaceX)
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