Informe Phoenix
La cuarta y última célula de análisis químico del instrumento MECA, a bordo de la sonda marciana Phoenix, será utilizada para examinar una muestra procedente del surco bautizado como Snow White. En ella, se mezclará la tierra de la superficie con agua purificada que se ha traído desde nuestro planeta, para identificar nutrientes solubles y otras sustancias. Por su parte, los últimos cuatro hornos del instrumento TEGA serán ocupados casi simultáneamente sin esperar los resultados de cada muestra. La razón de esta estrategia es que el verano en el hemisferio norte marciano está casi finalizando, y es necesario excavar y obtener las muestras mientras aún quede energía para mover el brazo robótico y su pala. Los paneles solares de la sonda cada vez producen menos electricidad, debido a que el Sol está menos tiempo por encima del horizonte. La producción de 3.500 vatios/hora diarios ha descendido hasta los 2.500. Mientras se preparan los analizadores químicos para la última fase de la misión, otros instrumentos siguen trabajando, como es el caso de la cámara de a bordo. Gracias a sus imágenes, los científicos han podido identificar pequeños remolinos de polvo (hasta seis) en la distancia. Los sensores de presión atmosférica notaron asimismo una pequeña reducción cuando uno de ellos pasó cerca del vehículo. El fenómeno suele tener un diámetro de entre 2 y 5 metros. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Texas A&M University)
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