Lanzados los Observatorios Herschel y Planck
Una nueva era dorada para la astronomía europea puede haber comenzado con el lanzamiento a las 13:12 UTC del 14 de mayo de dos observatorios astrofísicos de primer orden, patrocinados por la Agencia Espacial Europea. El despegue, gracias a un cohete Ariane-5ECA (V188), se produjo sin dificultades desde la rampa ELA-3, en dirección a una trayectoria muy poco habitual. Finalizada la fase de impulsión del vector, se produjo la separación consecutiva de las dos cargas, los observatorios Herschel y Planck, que entraron en una órbita muy elíptica de 270 por 1.193.622 km, casi ecuatorial. Durante las próximas semanas esta ruta será modificada para que ambos entren en una órbita especial, alrededor del punto de libración de Lagrange L2, desde donde tendrán un punto de vista perfecto para su tarea. Allí, el Herschel, con su enorme espejo para trabajos en el espectro infrarrojo, y el Planck, pensado para estudiar el fondo cósmico de microondas, revolucionarán la astronomía. El primero trabajará sobre el nacimiento de las estrellas y galaxias, nubes de polvo y discos protoplanetarios, además de buscar agua en el universo. El segundo buscará pequeñas irregularidades en la radiación fósil procedente de la primera luz emitida, poco después del Big Bang, ayudándonos a averiguar cosas sobre la materia y la energía oscuras. Los dos observatorios emitieron sus señales de radio poco después de ser liberados, siendo éstas captadas en la Tierra. Su control está ahora en manos de los técnicos del centro ESOC, en Alemania. Durante unos dos meses, los satélites maniobrarán de forma precisa hasta alcanzar el punto L2. Allí, libres de interferencias térmicas y de radiaciones procedentes del Sol, la Tierra o la Luna, ambos podrán trabajar sin problemas. Thales Alenia Space France los construyó con la ayuda de numerosas empresas del continente, y también de Estados Unidos y Canadá, que colaboran en la misión. El INTA español ha proporcionado financiación para el apartado instrumental. A destacar el diámetro del espejo del Herschel, de 3,5 metros de diámetro, el mayor lanzado hasta la fecha e incluso más grande que el del Hubble. El observatorio pesa 3.300 kg. En cuanto al espejo del Planck, tiene 1,5 metros de diámetro y el vehículo pesa 1.800 kg. Ambos tendrán a sus instrumentos trabajando bajo temperaturas cercanas al cero absoluto. (Fotos: ESA – D. Ducros)
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