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miércoles, 26 de agosto de 2009

La LCROSS Experimenta una Anomalía

La sonda LCROSS de la NASA sufrió el 22 de agosto una anomalía que amenaza con poner en peligro la consecución de su misión el próximo 9 de octubre. La LCROSS se encuentra en estos momentos en una órbita que en esa fecha le permitirá observar el impacto de la etapa superior Centaur contra la superficie lunar. En teoría, hasta ese momento, el vehículo sólo debe mantenerse bien orientado y asegurar que sus sistemas funcionan correctamente. Sin embargo, el sábado 22, cuando el personal del control de tierra contactó con la sonda, se dio cuenta de que sus propulsores auxiliares habían estado funcionando de forma intensiva, lo que había consumido una gran cantidad de combustible. Todo ello ocurrió durante una fase sin contacto directo con la Tierra. De inmediato, los controladores actuaron para evitar el problema, pero ahora el vehículo dispone de una cantidad muy inferior de combustible para sus tareas. Según los cálculos, a bordo aún hay suficiente para llevar a cabo la misión principal, pero queda muy poco margen (sólo 10 a 20 kg) para maniobras no programadas. Así pues, la dirección del programa tiene que asegurarse de que no ocurra nada más imprevisto, o de lo contrario el LCROSS no podrá apuntar hacia la zona prevista cuando el Centaur choque contra la Luna. La investigación posterior al suceso indica que el problema apareció en la unidad de referencia inercial, que mantiene la sonda orientada. Un fallo en ella provocó que el programa de a bordo transfiriera la tarea al sistema de seguimiento estelar, pero éste resultó ser más “ruidoso” de lo esperado, y ante esta señal deficiente, el sistema de propulsión gastó mucho combustible intentando apuntar hacia el lugar adecuado. La unidad inercial ya vuelve a funcionar y por tanto el consumo se ha estabilizado. También se ha cambiado el software para que, si ocurre una anomalía parecida, la prioridad sea siempre el gasto de combustible. (Foto: NASA)


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