El Jules Verne Se Une a la Estación Espacial
La Agencia Espacial Europea se ha convertido en la segunda potencia espacial en demostrar el acoplamiento automático de un vehículo orbital. Su vehículo logístico ATV se unió como estaba previsto a la estación espacial internacional, demostrando que el sistema funciona y que la tecnología desarrollada para ello ha actuado perfectamente. El Jules Verne repitió buena parte de las maniobras que efectuara días antes, durante las fases de simulación y demostración, todas ellas exitosas. Esta vez, la astronave de 19 toneladas recorrió los últimos metros y se acopló al puerto de atraque del módulo Zvezda, donde pasará algún tiempo. A bordo, transporta combustible, agua, oxígeno y provisiones, y sus motores servirán para elevar la órbita del complejo, ahorrando el preciado combustible de maniobras de la ISS.
El Jules Verne abandonó los 39 km de distancia, el punto donde se hallaba anclado tras los ensayos anteriores, e inició la fase de aproximación automática, la cual duraría unas 4 horas. En varias ocasiones, detendría su avance, permitiendo que sus sistemas evaluaran su posición en base a varios puntos de referencia. Primero usó el sistema GPS, y ya más cerca (13:33 UTC del 3 de marzo), sus videómetros láser. Los movimientos eran controlados por el centro de control de Toulouse, y también fueron supervisados por los astronautas de la ISS. Desde ambos puntos podría haberse abortado la misión en caso de que hubiera surgido algún problema. El propio vehículo utilizó un sistema de vigilancia autónomo que podía actuar en caso necesario.
A las 14:15 UTC, el ATV se detuvo a unos 19 metros de distancia del Zvezda, permaneciendo inmóvil unos 20 minutos para asegurar una perfecta alineación con el puerto de atraque. Reanudado el avance, volvió a detenerse a las 14:38 UTC, a 12 metros de distancia. Evaluada la situación, se dio luz verde a la aproximación definitiva. Avanzando a una velocidad de apenas 7 cm/s, el Jules Verne unió finalmente su puerto de atraque con el del Zvezda a las 14:45 UTC. Unos 7 minutos más tarde, el anclaje quedaba cerrado.
La maniobra fue recibida con la natural alegría en el centro de control, en Francia, y también en Houston y en Moscú. Los astronautas no tuvieron que intervenir en ningún momento. Durante las siguientes horas, éstos harían un primer análisis de la calidad del aire en el interior de la zona presurizada. Si todo iba bien, entrarían dentro de ella el domingo, listos para empezar a descargar los suministros “secos” traídos a la estación (1.150 kg., incluyendo ropa, comida, equipos técnicos y hasta una edición ilustrada del siglo XIX de “De la Tierra a la Luna”, la más conocida obra de Julio Verne, así como dos manuscritos originales del autor). A bordo también se encuentran 856 kg de combustible, 270 kg de agua potable y 21 kg de oxígeno, que pasarán a los depósitos del Zvezda.
Los técnicos en la Tierra probarían asimismo los motores del ATV. Si el ensayo resultaba satisfactorio, el 21 de abril efectuaría la primera maniobra de elevación de órbita del complejo. El Jules Verne es capaz de mantener por sí solo la orientación de la estación espacial, como solución de emergencia, o desviarla si se produce una alarma por acercamiento de meteoritos o chatarra espacial. La nave más grande y compleja desarrollada en Europa, está pues en servicio. (Foto: ESA)
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