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martes, 16 de enero de 2007

España Amplía Su Participación Espacial

España prevé mejorar sustancialmente su contribución a la Agencia Espacial Europea, y apostar por un potente programa espacial nacional. Durante los próximos cinco años, se invertirán 1.071 millones de euros para el nuevo Plan Estratégico (2007-2011). Ello permitirá incrementar del 6,72 al 8 por ciento la participación económica de España en la ESA, para equipararla a su verdadero peso económico en la Unión. En 2007 se aportarán 177 millones de euros, 200 en el 2008 y 240 millones el año siguiente, sumándose 10 millones adicionales anuales hasta 2011. Ello permitirá un mejor retorno para las empresas aeroespaciales españolas y una más amplia participación en proyectos con otras naciones. Además, se financiará la construcción de un satélite nacional dedicado a la observación de la Tierra que debutará en 2010, cuyo coste será de 200 millones de euros. Creará un millar de puestos de trabajo.

2 comentarios:

JCasado dijo...

¡Por fin! Ya era hora de que se terminase con nuestra crónica contribución por debajo de lo que nos correspondía con respecto al PIB... Y es que, aunque en los programas obligatorios contribuíamos con la parte correspondiente (en base al PIB, pues así lo indican los estatutos de la ESA), en los programas voluntarios nuestra participación ha sido siempre notablemente inferior, con un resultado final por debajo de lo que nos correspondería en base a nuestro nivel económico. Y aunque en los últimos años se ha ido corrigiendo poco a poco la situación, se iba haciendo con una lentitud excesiva. Ya era hora de que se cogiera el toro por los cuernos, con un compromiso claro de contribuir lo que nos corresponde en un plazo razonable.

Y es que no olvidemos que todo lo que se aporta a la ESA se devuelve en forma de contratos industriales. Es decir, invertir en la ESA es invertir en la industria aeroespacial nacional. Y eso es tremendamente importante para el futuro.

Manuel Montes dijo...

Uno de los problemas, precisamente, era que no siempre retornaban a España, en forma de contratos, el 100 por cien de sus contribuciones económicas. Al ser escasas, sus empresas competían en desventaja en los grandes programas, y para los pequeños contratos o subcontratos, no siempre se hallaban bien posicionados. Con más dinero, se supone que el tejido industrial se fortalecerá y podrá optar a más y más variadas cosas.