Informe Phoenix
Trabajando ya en la fase extendida de su misión sobre la superficie de Marte, la sonda Phoenix se halla en buena disposición para continuar actuando al menos durante otro mes (hasta el 30 de septiembre). Las capacidades de análisis de muestras son limitadas (existe un número finito de hornos), de modo que antes o después el principal objetivo del vehículo habrá finalizado. Sin embargo, la nave dispone de otro instrumental que podría funcionar más tiempo (las cámaras, microscopios, el sensor meteorológico, etc.). El principal enemigo de la Phoenix será la llegada de las bajas temperaturas y la producción eléctrica de los paneles. El Sol permanece cada vez más tiempo bajo el horizonte y eso complica las cosas. En todo caso, los científicos tienen por delante una larga tarea de análisis de los resultados obtenidos hasta la fecha, incluyendo las más de 20.000 imágenes transmitidas hasta ahora. El cambio de estación, además, promete ofrecer rápidas modificaciones en el tiempo meteorológico que valdrá la pena observar mientras sea posible. La presión atmosférica se está reduciendo y se ven pasar nubes de hielo de agua en el cielo marciano. Técnicamente, la nave funciona bien, aunque se ha detectado una interferencia intermitente en el camino de los gases generados durante el calentamiento de una muestra de suelo en el instrumento TEGA, en dirección a su espectrómetro de masas. Los vapores de las muestras han alcanzado su destino hasta ahora, pero su flujo ha sido errático por razones desconocidas. Mientras tanto, la Phoenix está analizando una nueva muestra de suelo para el laboratorio MECA, procedente del surco llamado Stone Soup, de 18 cm de profundidad. El primer intento de recogida, el 26 de agosto, se quedó corto, con sólo 2 ó 3 cm cúbicos de tierra. El siguiente, el 30 de agosto, tuvo éxito, con 50 cm cúbicos, de los cuales una pequeña fracción fue depositada en el MECA. La muestra procede de una zona entre dos polígonos geológicos, donde podría haberse acumulado material diferente del que se ha analizado con anterioridad, que se obtuvo del centro de uno de los polígonos. Este material no parece contener hielo, pero podría tener concentraciones más altas de sales. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona/Texas A&M University)
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