Lanzada la Sonda Lunar Chang’e-2
La misión que continuará para China la exploración de la Luna iniciada por la sonda Chang’e-1, y que preparará el envío de otra aún más ambiciosa, destinada a aterrizar en la superficie de nuestra vecina, despegó sin novedad el pasado 1 de octubre. La Chang’e-2 partió desde la base de Xichang (10:59 UTC), bajo un cielo encapotado, a bordo de un cohete CZ-3C, cuya potencia permitiría un envío directo hacia la Luna. En esencia, la Chang’e-2 utiliza la arquitectura de su antecesora (se trata de la estructura de reserva), pero ha mejorado su instrumental científico y ha añadido elementos que serán necesarios durante el futuro intento de alunizaje, lo que ha elevado su masa hasta las 2 toneladas y media. El uso de un cohete mayor ha permitido su lanzamiento, así como un viaje más rápido. Su vector la colocó en una órbita elíptica de transferencia de 200 por 380.000 kilómetros. Una vez liberada, la sonda fue chequeada a conciencia, quedando lista para, después de varias correcciones de ruta, alcanzar las inmediaciones de su objetivo tras 112 horas de vuelo. El próximo paso de la misión será encender su motor de a bordo para frenar la marcha y entrar en una órbita provisional alrededor de la Luna, que se ajustará progresivamente para alcanzar una altitud máxima de unos 100 km y una mínima de 15 km. Una vez en ella dedicará unos seis meses a llevar a cabo su misión que consistirá en levantar mapas fotográficos de la superficie lunar con su cámara CCD (resolución: 10 metros en el apolunio y 1,5 metros en el perilunio), y estudiar el suelo con sus espectrómetros de rayos gamma y rayos-X, y su detector de microondas. También transporta un altímetro láser como el que necesitará la futura sonda de alunizaje. Las autoridades chinas aún no han decidido qué hacer una vez transcurran estos seis meses de misión mínima. Podrían prolongarla, pero también se ha contemplado la posibilidad de sacar a la Chang’e-2 de la órbita lunar y enviarla a una ruta heliocéntrica, alrededor del Sol, lo cual supondría crear la primera sonda china de espacio profundo. Ello permitiría ensayar las comunicaciones con un vehículo muy alejado, y obtener algunos resultados científicos. No se descarta un sobrevuelo a un asteroide o algo parecido. Otra posibilidad sería colocar a la sonda en órbita terrestre, o incluso prolongar su estancia en la Luna para simular un alunizaje. (Foto: CLEP)
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