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lunes, 7 de julio de 2008

Informe Phoenix

Dado que la muestra de hielo marciano que la Phoenix se dispone a analizar podría ser la última, debido a los problemas técnicos experimentados a bordo, los científicos e ingenieros están teniendo mucho cuidado con su manipulación. El descubrimiento de un cortocircuito en el instrumento TEGA hace pensar que si se vuelve a usar uno de sus hornos podría producirse otro cortocircuito de similares características, con imprevisibles consecuencias.
Las muestras de hielo recogidas en la zona “Snow White” se dejaron “secar” unos días antes de que una parte fueran depositadas bajo el microscopio de la nave. El resto debían ser colocadas en el laboratorio químico.
Aunque la vigilancia continuó desde el centro de control, casi todo el personal del programa descansó con motivo de la festividad del 4 de julio, mientras el vehículo seguía órdenes preprogramadas.
El próximo paso será colocar una muestra de hielo en el horno número cero del instrumento TEGA. Para ello será necesario capturarlo del subsuelo y llevarlo a su destino con rapidez, para impedir que el hielo se sublime en el proceso.
Se supone que el cortocircuito que sufre el TEGA se debe a la cantidad excesiva de vibraciones que se practicó en el horno 4, cuando las muestras eran demasiado compactas y no querían pasar por la ranura que las llevaría a su interior. Los ingenieros creen que la entrega de la nueva muestra sobre el horno cero implicará otra vibración de la plataforma. El problema es que si el horno cero vibra, también lo hará el horno cuatro, lo cual podría provocar otro cortocircuito.

Phoenix

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