El Chandra Examina un Agujero Negro
Gracias a las investigaciones realizadas con el telescopio espacial de rayos-X Chandra, los astrónomos conocen muchos más detalles sobre los siempre misteriosos agujeros negros.
Según se estima, hasta una cuarta parte de la radiación presente en el universo, emitida desde el primigenio Big Bang, procede del material que cae hacia los agujeros negros supermasivos que pueblan el Cosmos, incluyendo aquellos que se encuentran en los cuásares, los objetos más brillantes conocidos.
Ahora, el Chandra ha ofrecido la primera explicación clara de cómo se desarrolla este proceso. Sus observaciones del agujero negro GRO J1655-40, situado en nuestra propia galaxia, permitieron analizar cómo éste está robándole material a una estrella compañera, formando con él un disco a su alrededor. Los astrónomos saben que la gravedad por sí sola no es suficiente para causar que el gas del disco que rodea a un agujero negro pierda energía y caiga hacia su interior al ritmo que las observaciones han apreciado. El gas debe perder parte de su momento angular orbital, por fricción y/o por un viento estelar, antes de caer hacia dentro en espiral. De lo contrario, podría permanecer en órbita durante mucho tiempo.Los científicos han pensado desde hace tiempo que las turbulencias magnéticas podrían generar la fricción requerida, y dirigir un viento desde el disco que se llevara el momento angular hacia fuera, permitiendo al gas caer hacia dentro. Ahora, gracias al Chandra, se han obtenido pruebas del papel jugado por las fuerzas magnéticas en el proceso de acreción de los agujeros negros. Las observaciones coinciden con las simulaciones informáticas que tienen en cuenta la existencia de las fuerzas magnéticas. (Foto: Ilustración: NASA/CXC/M.Weiss; Espectro Rayos-X: NASA/CXC/U.Michigan/J.Miller et al.)
Chandra
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