Encuentro Cercano

Un Airbus A-340 fue testigo directo el 27 de marzo de la reentrada de un objeto procedente de la órbita terrestre. Propiedad de la compañía chilena LAN, el avión, procedente de Santiago y transitando la zona del Pacífico Sur hacia Auckland, en Nueva Zelanda, pudo ver un rastro incandescente que los pilotos situaron a unos 8 km por detrás del aparato. Las estimaciones, sin embargo, según los expertos, no pueden ser exactas, puesto que un objeto de chatarra espacial cayendo a través de la atmósfera alcanza la fase de incandescencia a varias decenas de kilómetros de altitud. Es decir, cuando los pilotos vieron el objeto, éste aún estaba muy por encima de ellos, y por tanto no supuso ningún peligro para el avión. Se ha sugerido que los restos podrían haber correspondido a la nave de carga Progress M-58, que en esa fecha abandonó la estación espacial internacional, pero el suceso ocurrió cuando dicho vehículo ni siquiera había aún abandonado el complejo orbital. El satélite o fragmento destruido tiene pues otra identidad.