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lunes, 11 de junio de 2007

Informe ISS/STS-117

El transbordador Atlantis y su tripulación se hallan ya en la estación espacial internacional, donde proseguirán, durante varios días de actuación conjunta, con la construcción del complejo orbital. Tras una cuenta atrás sin sobresaltos, el Atlantis encendió sus motores a las 23:38 UTC del 8 de junio, abandonando la rampa 39A del centro espacial Kennedy en dirección al espacio. El ascenso, en pleno día, permitió un seguimiento más claro del comportamiento del tanque externo y su espuma aislante. La cámara exterior de a bordo, como ya es habitual, mostró todo el viaje hasta la separación del enorme depósito. El Atlantis apagó sus motores principales unos 8 minutos después del despegue, alcanzando una ruta baja preliminar que después elevó hasta los 155 por 230 km, gracias a sus motores de maniobra OMS. Antes, la tripulación, comandada por Rick Sturckow, e integrada además por el piloto Lee Archambault y los especialistas de misión Patrick Forrester, Steven Swanson, John "Danny" Olivas, Jim Reilly y Clayton Anderson, fotografió y grabó en video el tanque externo, para identificar en él posibles daños en el sistema aislante que a su vez hubieran podido protagonizar episodios de impacto contra el transbordador. El análisis de las imágenes se haría durante las horas siguientes, gracias a los expertos en tierra.
La misión, llamada STS-117 (13A), tendrá como principal objetivo la instalación de un nuevo grupo de paneles solares. Los segmentos S3/S4 que el Atlantis transportaba a bordo pesan 17,5 toneladas, y extenderán la capacidad generadora de electricidad del complejo orbital. En la nave también se encontraba Clayton Anderson, que sustituirá a Sunita Williams como miembro de la actual expedición de larga duración en la ISS. Tanto Williams, como sus compañeros rusos Fyodor Yurchikhin y Oleg Kotov, contemplaron el lanzamiento de sus colegas gracias al circuito de televisión de la estación, que recibió un enlace desde el centro de control.
Mientras se trabajaba en el análisis de las imágenes obtenidas durante y después del ascenso, los astronautas abrieron las compuertas de la bodega de su vehículo. También prepararon los ordenadores y otros equipos para la fase de aproximación a la estación, que precisaría de dos días. Durante este tiempo, deberían usar el brazo robótico del Atlantis para inspeccionar su escudo térmico, en busca de posibles daños producidos por impactos. No necesitaron al principio dicho brazo para descubrir que una de las mantas blancas de protección térmica situadas sobre uno de los motores OMS se había despegado de la superficie, posiblemente por algún golpe. El tanque externo había soltado algunos fragmentos de espuma durante el despegue, pero ninguno chocó contra el vehículo, excepto quizá en este punto. Durante la comprobación del funcionamiento del brazo robótico, los astronautas acercaron sus cámaras a él y enviaron las imágenes a la Tierra para su estudio.
Tal y como estaba previsto, Patrick Forrester y Steven Swanson manipularon el brazo para unirlo al sistema OBSS, una larga pértiga articulada y equipada con cámaras que utilizaron para examinar de forma concienzuda los bordes de las alas y otras áreas cruciales del escudo térmico del Atlantis, como el morro. Con el OBSS volvieron a inspeccionar la zona de la manta térmica sobre el motor de maniobra, para lograr mayor detalle. Otros compañeros se dedicaron a preparar el acoplamiento con la estación internacional, extendiendo el anillo de unión, y poniendo a punto las herramientas que necesitarían para asistir en la maniobra, como por ejemplo, una cámara que se emplearía para alinear perfectamente los dos puertos de atraque. Asimismo, Danny Olivas, Jim Reilly y Clay Anderson empezaron a preparar los trajes espaciales que se utilizarán durante las tres excursiones extravehiculares previstas.
En la ISS, los miembros de la expedición prepararon a su vez las cámaras digitales que utilizarían durante la llegada del transbordador, y presurizaron el puerto de atraque del módulo Destiny.
La fase de acercamiento se desarrolló perfectamente. A unos 200 metros de la estación, el Atlantis detuvo su marcha durante unos minutos y dio una vuelta sobre sí mismo, mientras los astronautas de la ISS fotografiaban su escudo térmico con sus cámaras de alta resolución. De esta forma, los especialistas podrán determinar si existen daños en esta zona no visible desde el brazo robótico del vehículo. Completada la maniobra, el Atlantis prosiguió la aproximación, cada vez más lentamente, hasta que los anillos de acoplamiento entraron en contacto a las 19:36 UTC del 10 de junio. Firmemente unidos, y comprobada la ausencia de fugas de aire, se abrieron las escotillas entre la nave recién llegada y el módulo Destiny, y las dos tripulaciones pudieron reunirse por primera vez. Rick Sturckow, el comandante, fue el primero en entrar en la estación, a las 21:04 UTC, siendo seguido por sus compañeros de misión. Tras la efusiva bienvenida, los 10 astronautas iniciaron inmediatamente el protocolo previsto. Oleg Kotov y Clayton Anderson trasladaron el asiento personalizado de este último al interior de la nave Soyuz, lo que convirtió oficialmente al americano en miembro de la expedición de larga duración número 15 (00:55 UTC del 11 de junio). De la misma manera, Williams pasaba a ser ahora miembro de la tripulación del Atlantis, y en caso de emergencia, su puesto estaría a bordo del vehículo estadounidense.
La siguiente tarea importante fue “agarrar” la estructura S3/S4, situada en la bodega del transbordador. Lee Archambault y Patrick Forrester utilizaron para ello el brazo robótico, elevando la que hasta hoy es la carga más pesada enviada al espacio por el Space Shuttle, y situándola al alcance del brazo de la estación, el Canadarm-2. A las 00:28 UTC, Suni Williams usó este último para hacerse cargo de la nueva adición al complejo. Permanecería así lista para su instalación, prevista para el lunes. El grupo de paneles solares, con un coste de 367 millones de dólares, será situado en el extremo del segmento S1, bajo la supervisión de Archambault, Kotov y Forrester. En el exterior, Reilly y Olivas vigilarán la maniobra y después conectarán algunos cables y liberarán las sujeciones de los paneles, asegurados para el lanzamiento. Para preparar su excursión, los dos astronautas pasarían la “noche” dentro del módulo esclusa Quest, donde purgarían el nitrógeno de su sangre.
En la Tierra, se está valorando si utilizar una rápida excursión espacial para resolver el problema de la manta de protección térmica sobre el motor OMS. La zona no es crítica pero si existe la más mínima preocupación para la reentrada, la NASA podría autorizar el trabajo de reparación. En otros vuelos se han perdido losetas térmicas en esa zona y no ha sucedido nada, aunque sí algunos daños por el calor que tuvieron que ser luego reparados. En la nueva filosofía de máxima seguridad, los ingenieros deberán indicar si es mejor intentar colocar la manta en su lugar y pegarla (un paseo espacial siempre es arriesgado), o dejarla tal cual está. (Fotos: NASA)

1 comentario:

repta dijo...

k onda ta padrisisimo tu pagina

ke tal si linkeamos?

espero tu respuesta
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