Informe Phoenix
Gracias al microscopio instalado a bordo de la sonda Phoenix, los científicos han obtenido la vista del suelo marciano de más alta resolución hasta la fecha. El instrumento, llamado Optical Miscroscope, observó el polvo y las partículas de tierra que habían caído sobre una superficie expuesta, y reveló la presencia de granos tan pequeños como de una décima del diámetro de un cabello humano. Las imágenes, tomadas el 3 de junio, han sido analizadas ahora. En el futuro, se utilizará el mismo instrumento para fotografiar muestras procedentes de la pala excavadora. Las partículas observadas hasta este momento son las que se acumularon en una superficie pegajosa durante el aterrizaje y los cinco días posteriores. Dicha superficie fue instalada para que el microscopio pudiera ser calibrado antes de la captura normal de muestras, y como póliza de seguros en caso de que algo lo hubiera impedido. Afortunadamente, todos los instrumentos funcionan bien y se espera utilizar el Optical Miscroscope en próximos días con muestras frescas. Mientras tanto, los científicos están tratando de identificar las partículas fotografiadas, como una de aspecto translúcido que podría ser un grano de sal. En la Tierra, seguían los esfuerzos por devolver a la normalidad a la sonda Mars Odyssey, que entró en modo seguro días atrás. Las órdenes dirigidas a la Phoenix se enviaron a través del Mars Reconnaissance Orbiter, pero en cuanto la Mars Odyssey vuelva a estar operativo, ambos vehículos realizarán la misma tarea de actuar como repetidores. No es la primera vez que esta última ha entrado en modo seguro. Lo ha hecho dos o tres veces desde su llegada a Marte en 2001. En esta ocasión el problema podría estar relacionado con la memoria de su ordenador de a bordo. (Foto: NASA/JPL-Caltech/University of Arizona)
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